- Barcelona. Caos en los s al Olímpico para el Clásico
Pedri se ha convertido en una de las figuras principales del F. C. Barcelona. El centrocampista canario ha ido ganando enteros en la plantilla hasta convertirse en indiscutible. Pero el vínculo entre Pedri y el FC Barcelona no empezó el día que firmó su contrato con el club en 2020, ni cuando debutó oficialmente en septiembre de ese mismo año. El lazo es mucho más profundo, más íntimo, más emocional. Se remonta a su infancia en Tegueste, un pequeño municipio del norte de Tenerife, donde su familia vivía el fútbol con devoción azulgrana.
Su abuelo, Fernando González, fue el responsable de fundar la Peña Barcelonista de Tenerife-Tegueste, convirtiendo su pasión por el club catalán en una herencia familiar que Pedri lleva tatuada en el alma. En casa de los González, el Barcelona no era simplemente un equipo, era una forma de vida. De hecho, como ha revelado el propio Pedri en más de una ocasión, hasta los platos en los que cenaban llevaban el escudo del club. En ese entorno, crecer como culé no era una opción: era parte del ADN familiar.
La trayectoria de Pedri
Pero el camino desde los campos de tierra en Tegueste hasta el Camp Nou no fue directo. Su talento comenzó a florecer en las categorías inferiores de la UD Las Palmas. Bajo la dirección de Pepe Mel, Pedri debutó en Segunda División con apenas 16 años. Bastó una temporada, la 2019/2020, para que el FC Barcelona se fijara en él y decidiera apostar por un adolescente que jugaba con la visión de un veterano y la ligereza de quien juega sin miedo.
En septiembre de 2020, Pedri hizo su debut oficial con la camiseta del Barça, en un partido de Liga contra el Villarreal. Su impacto fue inmediato. Rápidamente, se ganó la confianza de Ronald Koeman y del vestuario, y sorprendió a la afición con su madurez táctica, capacidad de asociación y, sobre todo, su estilo de juego limpio y creativo, que encajaba perfectamente con el ADN Barça.
Lo que vino después fue una explosión meteórica. En la temporada 2020/2021 jugó 52 partidos con el Barça, siendo el jugador más utilizado de la plantilla. Ese mismo año, fue clave también con la selección española en la Eurocopa y en los Juegos Olímpicos de Tokio, demostrando una resistencia física y una calidad técnica al alcance de muy pocos. Su reconocimiento fue unánime: ganó el premio Golden Boy y fue incluido en el equipo ideal de la Eurocopa por la UEFA.
Esta tarde, Pedri no solo será titular en el Clásico, sino que será el termómetro del juego del Barça. Su capacidad para encontrar espacios, leer el partido y conectar líneas es vital en un equipo que busca construir desde el balón y recuperar la esencia que lo hizo grande. Asimismo, más allá del fútbol, Pedri tiene un vínculo especial con el entorno culé. Un vínculo que nace del amor de su abuelo que soñaba con ver a su nieto jugar con los colores blaugranas.
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