El Levante regresa a Primera división... ¡ya está aquí!

El fútbol le debía una al Levante y los granotas se lo han cobrado con un ascenso a Primera división... tres años después de perder la categoría y gracias a un golazo de Carlos Álvarez en el minuto 98 del partido de Burgos. Pocos levantinistas han olvidado el fatídico desenlace de hace dos temporadas ante el Deportivo Alavés, con aquel penalti de Asier Villalibre en el último minuto de la prórroga en los 'playoffs' de ascenso. Pero ahora, gracias al tesón y confianza de una nueva plantilla, han conseguido recuperar en El Plantío la sonrisa de toda una afición que se encontraba tocada anímicamente.

Una temporada que ha estado marcada por la brillantez de su fútbol, la regularidad en los resultados y la convicción de las ideas. Unos cimientos forjados en torno a la figura de Julián Calero, para muchos, el gran responsable de los éxitos del Levante durante esta campaña.

El entrenador de Parla ha sabido conducir a un grupo, no aislado de las dificultades que atraviesa la entidad, y a pesar de los baches que este deporte le ha puesto en el camino. Las ventas de futbolistas diferenciales durante el mercado de invierno, Andrés García o Kochorashvili –este último a partir de la próxima temporada– el retraso en los pagos de las nóminas de la plantilla o la salida de personal fundamental en el organigrama granota como Antonio Carmona o Felipe Miñambres, no han sido motivo para derribar el castillo de naipes del míster Calero.

Con unos números de triunfo garantizado, el cuadro de Orriol ha ascendido a Primera manteniendo una regularidad en su fútbol, tan sólo cuatro derrotas en los últimos seis meses de competición. El equipo de toda la categoría con mayor diferencias de goles y con hasta siete jugadores de la primera plantilla -el 'Comandante' Morales, Brugué, Iván Romero, Kocho, Carlos Alvarez, Carlos Espí y Álex Forés- registrando los mejores números de toda su carrera a nivel profesional.

Filosofía 'Calerista'

Una plantilla que ha sabido leer la filosofía de Calero y adaptarla sobre el terreno de juego en un mosaico de veteranía y juventud, a partes iguales. Liderada por dos levantinistas de raza: Vicente Iborra y Jose Luis Morales, que regresaron al Ciutat de Valéncia para tratar de dar identidad a un proyecto que estaba obligado a salir bien.

Así fue el golazo 'in extremis' de Carlos Álvarez que vale un ascenso...

A pesar de contar con el cuarto peor 'fair play' de la competición, el extinto director deportivo, Felipe Miñambres, confeccionó un plantel condenado al éxito. La irrupción de jóvenes como Carlos Álvarez, Roger Brugué o la seguridad de Elgezabal, Kocho, Pablo Martínez u Oriol Rey, han hecho de este Levante un equipo letal para los rivales.

Alivian las cuentas

Un regreso a la máxima categoría, cuatro años más tarde, que puede suponer el inicio hacia una estabilidad en una entidad inmersa en grandes problemas económicos. Con más de 100 millones de euros de deuda, regresar a la élite, supone un espaldarazo financiero vital para reconducir a este club centenario.

El ascenso a Primera, “objetivo prioritario”, según el propio presidente de la entidad, Pablo Sánchez, un salvavidas monetareo en toda regla. Con el primer equipo masculino en la élite, ahora el Levante recibirá cinco veces más por derechos televisivos, unos 50 millones brutos aproximadamente, y una gran visibilidad a nivel internacional como acreedor potencial de ingresos.

Movilización granota

A pesar del incómodo desplazamiento, más de 1.000 aficionados granotas estuvieron presentes en el feudo burgalés para acompañar al equipo en volandas al ascenso, que se trasladó inmediatamente a la famosa Fuente de las Cuatro Estaciones, lugar donde la familia levantisinista celebra los éxitos del equipo.

Otro dato importante es que Calero ascendió en uno de sus campos preferidos, El Plantío, y ante el equipo, el Burgos, que le dio a conocer en el fútbol profesional..