Marc Maury hizo su famosa presentación a Rafael Nadal dejándose por última vez la voz al relatar todas sus hazañas empuñando una raqueta. La grada aplaudía luciendo camisetas de color tierra y blancas, formando un mosaico con las palabras Rafa y un corazón, además del número 14, que son sus coronas en los Internacionales de Francia.
Un vídeo repasó todos sus éxitos en la Philippe Chatrier mientras el tenista, con traje negro para la ocasión, lo observaba emocionado. Nadal no podía hablar porque los aficionados no dejaban de aplaudir.
La realización enfocó entonces al pequeño Rafael, su hijo, que no se daba mucha cuenta de la trascendencia de lo que estaba pasando. "Sé hace difícil, no sé cómo empezar", decía Nadal en un francés aprendido para la ocasión. "Toda mi gratitud por este homenaje en la pista de tenis más importante de mi carrera. Ha sido una historia increíble que empezó en 2004 y que siguió en 2005, jugando con Richard Gasquet. Ese día entendí lo que significa Roland Garros. He tenido grandes rivales como Novak, Andy y Roger. Este torneo es único por su gente y quiero dar las gracias a todos los presidentes de la federación sa que ha habido durante mi trayectoria", continuaba en inglés.
Este torneo es único por su gente
El recuerdo a sus abuelos
El mosquetero de la 'Armada' terminó en español: "Aquí en la tribuna, que nos han cedido, están mi familia, equipo y amigos. Es difícil empezar por alguien y lo haré por mis amigos, que siempre han sido un pilar para mí; A los patrocinadores, que en los momentos de dificultad siempre creísteis en mí; a los preparadores que habéis estado conmigo; a mi equipo de siempre. Gracias por todo. Lo que hemos vivido juntos ha sido inolvidable". Se emocionó cuando se acordó de sus dos abuelos fallecidos.
Nadal tuvo unas bonitas palabras para su tío y mentor: "Gracias Toni. Lo que hemos vivido no siempre ha sido fácil, pero, sin ninguna duda, ha valido la pena. Has sido el mejor entrenador que jamás hubiera podido tener". También tuvo palabras para su mujer Mery Perelló: Y acabó con sus padres, Ana María y Sebastià, y su hermana Maribel.
Me habéis hecho sentir un francés más
La despedida del tenista fue otra vez en francés: "Gracias Francia y gracias París. Me habéis ofrecido las emociones que nunca pude imaginar. Me habéis hecho sentir un francés más".
Los mayores adversarios de su carrera
Nadal quiso que participaran de manera activa todas las personas responsables de los diferentes departamentos del Abierto galo y que tan bien le han tratado durante su carrera. El tenista los saludó uno a uno. Ya no podía aguantar sus lágrimas.
Aparecieron en las pantallas los jugadores con los que había formado el 'Big Four': Roger Federer, Andy Murray y Novak Djokovic. Salieron los tres del túnel de vestuarios. Habían pasado 975 días desde la última vez que habían coincidido los cuatro en una pista. Fue en la despedida de Roger en Londres durante el transcurso de la Laver Cup.
"Todos hemos cumplido nuestros sueños. Hemos enseñado al mundo que podemos ser rivales y colegas con respeto al mismo tiempo", afirmaba Rafa: "Disfruté mucho llevándome al límite para competir con vosotros. Que estéis los tres aquí lo significa todo".
Deja su huella para siempre
Amelie Mauresmo y Gilles Moretton, entregaron un trofeo con las cifras de sus 14 entorchados y desplegaron una placa en el suelo con la pisada de Nadal, que permanecerá para siempre en uno de los lados de la red. Se marchó llevando en brazos a su hijo. Sólo el tiempo sabe si algún día jugará también en la majestuosa Chatrier.
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