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Lo primero que hemos hecho al saber que salía a la venta un Ferrari 599 GTB por 142.697 euros que había sido propiedad de Felipe Massa, ha sido echar un vistazo a una referencia fiable para comprobar los precios de mercado. Y cuál ha sido nuestra sorpresa al comprobar que el hecho de que el conocido ex piloto de Ferrari fuera su primer propietario no logra hacer que el coche suba su precio de mercado.
Es más, el coche está por precio incluso algo por debajo de la media que suelen pedir por una unidad similar y en las mismas condiciones, que en este caso son magníficas.
Es 'Alonso Edition' es otra cosa
Todo lo contrario sucede con el que llaman Ferrari 599 Alonso Edition (hay uno a la venta en la República Checa por 378.000 euros), si bien este último fue un modelo salido en 2012 en una edición limitada a 40 ejemplares para celebrar los 60 años de la primera victoria de Ferrari en Fórmula 1. Es decir, que es de justicia que su precio sea superior.
El deportivo en cuestión fue encargado por Felipe Massa a finales de 2006, cuando Fernando Alonso era el indiscutible rey de la Fórmula 1 tras conquistar su segunda corona. El brasileño lo pidió en color Grigio Silverstone (una especie de ceniza metalizado) con el interior en negro, alejándose de los tonos rojos corporativos por los que es reconocida la escudería para la que pilotaba.
Tres propietarios
No sabemos cuántos kilómetros le hizo (en la actualidad cuenta con 41.500), pero sí que de sus manos pasó a un coleccionista francés y que después el dueño de un equipo de automovilismo (no se especifica quién, de qué equipo o en qué categoría) se hizo con él y se lo llevó a Dubai.
El coche en cuestión debutó en 2006 en el Salón de Ginebra del Automóvil, así que es de los primeros ejemplares. Bajo su capó esconde un V12 atmosférico de nada menos que 6,0 litros con 600 CV de potencia. Las prestaciones asustan 16 años después: de 0 a 100 en 3,7 segundos y una velocidad punta superior a los 330 km/h.
Avanzadísimo para su época
Además, presentaba otras ventajas no menos interesantes: el cambio con tecnología de la F1, la suspensión con control 'magnetoreológico', el avanzado chasis de aluminio y (no menos interesante), un mantenimiento relativamente sencillo que no requería sacar el motor para cambiar la correa de distribución, como sí sucedía en otros Ferrari. Pero no sería por este mantenimiento más económico por lo que el ex piloto se lo acabó quitando.
El coche lo ha puesto a la venta el especialista en vehículos clásicos y de colección Tomini Classics, en Dubai. Es decir, que no nos pilla muy a mano.