Fátima Diame se mete en la final de la longitud del Europeo con un último salto de 6,70 metros

Algo cambió en la cabeza de Fátima Diame el pasado 3 de marzo. Aquella noche en Glasgow subió al tercer escalón del podio del Mundial indoor con un mejor vuelo de 6,78 metros, logrando así su primera gran medalla a nivel internacional. Esa presea le ha dado una confianza enorme en sus posibilidades y ahora afronta las adversidades con mayor determinación.

La calificación de la longitud femenina en el Europeo de Roma es una buena prueba de ellos. La valenciana de 27 años hizo un primer salto de 6,50 (0.4) que no le iba a valer para pasar a la final de las 12 mejores en un concurso de los más caros de esta cita continental.

Ya en el segundo no mejoraba -hizo 6,28 (0.1)- así que tocaba jugársela al todo o nada en el tercero y último, en el que voló hasta los 6,70 metros, justo la marca que se pedía para la clasificación directa.

Fátima se abrazaba a Tessy Ebosele, su compañera de entrenamiento en el 'Pedrosa Team' de Guadalajara, que poco después quedaba fuera de la final con un mejor salto, el primero, de 6,47 (-0.5) metros. La vasca era decimonovena en el global a 16 centímetros de los 6,63 que han dado la clasificación para la final de las 12 mejores.

"Creo que para estar en medalla habrá que saltar 6,90 pero estoy preparada para ello

Una final que se prevé carísima y que en teoría debería estar dominada por la alemana Malaika Mihambo, oro olímpico en Tokio y doble campeona del mundo en Doha 2019 y Eugene 2022, que en Roma busca recuperar el oro continental que se le escapó en Múnich hace dos años, cuando fue segunda.

Mihambo ha hecho un solo salto de 7,03 (-1.3), demostrando que llega finísima a Roma -y por extensión a París- tras un 2023 condicionado por las lesiones. Y todo ello en una calificación con ocho saltadoras por encima de los 6,70, lo que hace prever que las medallas estarán muy caras.

Diame lo sabe y no se esconde: "Creo que para estar en medalla habrá que saltar 6,90 pero estoy preparada para ello. El bronce de Glasgow me ha dado mucha confianza porque la verdad es que me ha costado un poco entrar en competición. Esta clase de tarima no es muy afín a mi forma de correr pero al final le he pillado el punto".