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Se acabó la agonía para un Tenerife al que, finalmente, no le ha servido de nada permanecer invicto desde mediados de marzo. Los blanquiazules han visto consumado su descenso a Primera RFEF debido, entre otras cosas, a las pésimas decisiones adoptadas, desde Londres, por su accionista mayoritario José Miguel Garrido Cristo.
De esta forma, los blanquiazules pierden también la etiqueta de ser el equipo de Segunda que más temporadas consecutivas llevaba en la categoría junto al Zaragoza (12), un dato que, a partir de ahora, ya es patrimonio exclusivo de los maños, precisamente su gran rival en la lucha por la permanencia durante los últimos meses.
El descenso del Tenerife ha tenido múltiples causas, pero las principales están relacionadas con la génesis del proyecto que construyó el propietario José Miguel Garrido, junto al consejero deportivo Juan Guerrero y el director deportivo Mauro Pérez.
Una elección muy controvertida
Garrido eligió a Óscar Cano, que venía de descender con el Sabadell, para pilotar el proyecto. Lo conocía de la etapa en la que el inversor madrileño gobernó el Castellón y fue el principio del caos que se ha vivido este curso en el Heliodoro. La etapa de Cano en la isla concluyó tras apenas cinco partidos, que se saldaron con el balance de apenas 1 punto sobre 15 posibles tras cuatro derrotas y un empate. En ese periodo, el Tenerife marcó 4 goles y encajó 7. También resultó decisivo que Garrido decidiese traspasar, el último día del mercado estival, al mediocentro Álex Corredera al Khimki ruso con el capitán Aitor Sanz lesionado.
Pepe Mel y el efecto champán
Garrido se dejó de experimentos tras su error inicial y dio el timón a un técnico experimentado como Pepe Mel, que tardó tres partidos en conseguir la primera victoria del curso (Jornada 8 con un 2-0 al Cartagena). Luego llegaron otras cuatro citas sin ganar y un nuevo triunfo ante el Mirandés (1-0). Dos días después de ese triunfo, Garrido renovó a Mel por dos años más (hasta el 30 de junio de 2026). El Tenerife encadenó seis partidos más sin ganar (1 punto sobre 18 posibles) y el entrenador madrileño fue cesado tras el cambio en la Junta de Accionistas de diciembre que dio el poder a Rayco García y dirigió el partido ante el Burgos sabiendo que no iba a continuar. Mel dio la alternativa en el primer equipo a varios canteranos y uno de ellos, Aarón Martín, fue traspasado al fútbol saudí en el mercado invernal, aunque jugó cedido a préstamo hasta el final de la temporada.
Cervera y el milagro estéril
Álvaro Cervera debutó en el banquillo del Tenerife con una dura derrota ante el Levante (0-3), que dejó a los blanquiazules como colistas a 11 puntos de la frontera de la permanencia. Se necesitaba prácticamente un milagro para salvar la categoría y las cosas se complicaron aún más tras las cuatro derrotas consecutivas que jalonaron la trayectoria blanquiazul durante el mes de febrero y la primera semana de marzo. Tras caer ante el Mirandés, el Tenerife era penúltimo, con 19 puntos, y estaba a 17 puntos de salvarse. Ganaron al Huesca y estuvieron a punto de hacerlo en El Sardinero, donde las controvertidas decisiones de Fuentes Molina retrasaron el primer triunfo lejos del Heliodoro hasta el 5 de abril frente al Sporting (1-3). Los blanquiazules ya eran antepenúltimos y estaban a nueve puntos del Zaragoza, pero nuevamente el VAR y los árbitros lastraron las opciones isleñas con cuatro empates consecutivos.
Un futuro incierto con dos esperanzas
Tras consumarse el descenso a Primera RFEF, el Tenerife continúa con una situación institucional complicada. No es descartable una nueva Junta de Accionistas en junio que siembra de incertidumbre el futuro de la entidad debido a la guerra abierta que mantienen las dos facciones con representación en el Consejo del club por hacerse con el poder. El Cabildo de Tenerife ha anunciado que mantendrá la misma aportación económica que percibía el club en Segunda pese al descenso a Primera RFEF y también existe ya un acuerdo con CaixaBank para obtener una carencia en el crédito suscrito con la entidad financiera y evitar el colapso financiero que supone el descenso. En la parcela deportiva, la continuidad en el banquillo de Álvaro Cervera y la llegada de Felipe Miñambres como director general deberían suponen una garantía, a ojos de los aficionados, para intentar que la estancia del Tenerife en la categoría de bronce sea lo más breve posible.
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