Son fechas de emociones en ‘la casa blanca’. No acabamos de hacer la digestión de la salida de Luka Modric, por el icono que simboliza este Balón de Oro que llegó entrado en años al Madrid y que se va mayor, pero con fútbol aún en sus pies y cabeza. Y decía que estábamos asimilando esta salida, que se entremezcla con otra, la de Lucas Vázquez. Con más de cuatrocientos partidos vestido de blanco, sin focos, sin el oropel de estrella, pero con el reconocimiento de todos a los que nos gusta un jugador que rinde, que cumple, que aporta y que, en definitiva, siempre ha sumado. Jugando de lo que le ha dicho su entrenador y a veces, dejado en evidencia por querer hacer más y más en cada acción.
Me quito el sombrero ante este jugador. Es de los que se denomina de club, como si fueran de una segunda categoría y para mí son de primerísima especial. El adiós de Modric, ensombrece todo, pero reparemos en Lucas también por favor, que no se va por la gatera. Se marcha bañado también en plata, con una sala de trofeos excepcional y una aportación importante. Un ejemplo para los chavales que empiezan. Para que sepan que salir en esta foto es tan digno o más, que aparecer en el firmamento de las estrellas.
Con el 17 a la espalda pone en valor a un todoterreno, con más calidad de la que se le reconoce, con más pundonor y valores de los que da la sensación y con la señal del éxito en la frente. Ancelotti se mereció la despedida que tuvo, Modric también, pero en esta ocasión quiero destacar a Lucas Vázquez, que se llevó el cariño, pero no el protagonismo.
Como durante toda su carrera de blanco, los focos para otros, pero él siempre metido en el partido. Estuvo maravilloso el homenaje tras el Madrid-Real Sociedad, el pasillo de los equipos (incluido el equipo donostiarra y equipo arbitral) a Modric, pero se me quedaron escasos los guiños para Lucas Vázquez entre tanto cariño destilado por el Bernabéu.
En todo caso, enhorabuena al Real Madrid, por montar estos momentos mágicos que quedan también para la historia, en el recuerdo de todos. Madridistas y no madridistas. Esto también es deporte. Es lo mejor del deporte.
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