Dean es un chico de 20 años, pero tremendamente maduro para esa edad. No es tímido, pero sí callado. Nació en Ámsterdam, pues sus padres son holandeses, pero a los 10 años llegó a Málaga y él se siente más español que Cervantes. Por eso, pese a ser internacional en la Sub16, Sub 17 y Sub 18 de Países Bajos, aceptó la oferta de La Roja (en la época de Rubiales) para cumplir su sueño de ser internacional absoluto con España.
Ahí van algunos de sus gustos personales: su ídolo es Sergio Ramos (por eso su dorsal preferido es el 4); el turco Yildiz, de la Juve, es su amigo íntimo del fútbol; le gustan las pipas y los frutos secos de Mercadona, aunque su comida preferida es la de su madre Masha; siempre juega con las medias bajas, al estilo antiguo; suele celebrar los goles (lleva tres en Premier) a lo Cristiano; es hincha acérrimo del Málaga, y nunca olvidará a su club de procedencia; jugó en las inferiores malaguistas con Antonio David, mediocampista del Castilla; fue a un colegio inglés en Marbella, donde vive la familia; tiene dos hermanos mayores que él pero ninguno es futbolista; su marca es Adidas; y habla cuatro idiomas: inglés, español, italiano y neerlandés.
Capítulo especial tienen sus padres en esta historia. Al principio de su carrera le llevó el representante marbellí Alejandro Santisteban (AIM Fútbol), pero hace un tiempo es su padre Donny el que le lleva todo y le acompaña, junto con su madre, a todos los partidos. Donny fue delantero profesional en la década de los 90 de equipos como el Ajax o el AZ Alkmaar. Nada se entiende sin sus padres.
En fin, créanme. El RM ha fichado un gran central, pero también a un joven con la cabeza muy bien puesta (raramente le expulsan pese a ser central), y con mucho madurez pese a su juventud. Siempre tuvo claro que quería jugar con España y en un club grande de su país de adopción, y ya ha conseguido ambas cosas. ¡A triunfar, Dean!
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