Osasuna se quedó a las puertas de su sueño europeo. No salieron las cuentas aunque no hizo falta ni echarlas porque los rojillos no cumplieron con su parte. Empataron los de Vicente Moreno en Vitoria ante un equipo que no se jugaba nada y la puerta hacia el viejo continente se cerró demasiado pronto.
El que echó la llave y le dio varias vueltas fue Sivera. El meta del Alavés dio un auténtico recital y fue la pesadilla de un Budimir que dispuso de hasta tres ocasiones clarísimas de gol. El pichichi histórico de Osasuna no tuvo su noche y eso lo notó el equipo de Vicente Moreno, con la pólvora mojada cuando su hombre gol no ve portería. Ni siquiera el tanto final de Raúl García permitió a los rojillos dar la campanada a última hora.
A esa falta de puntería se unió un penalti absurdo de Juan Cruz sobre Tenaglia que terminó de enterrar las opciones rojillas de jugar la próxima temporada en Europa. Fue una despedida agridulce para un Vicente Moreno que rozó la gloria pero que se va sin encontrar esa recompensa a una buena temporada.
Ni rastro de 'biscotto'
Desde el comienzo se vio que el Alavés no venía a dejarse llevar para que sus vecinos encontrasen el premio de Europa en el último momento. Los de Coudet salieron agresivos y dispusieron también de buenas ocasiones que desbarató Sergio Herrera. Pero si el portero de Osasuna andaba fino, lo de Sivera era algo fuera de lo común. Le sacó dos remates de gol a Budimir, de esos que el delantero lleva anotando durante toda la temporada.
Un regalo de penalti... y un final de locos
Fue en una acción aislada, casi inofensiva, donde el Alavés se encontró con un regalo en forma de penalti de Juan Cruz sobre Tenaglia. Metió el pie donde no debía, cuando no debía y sin necesidad alguna para cortar una jugada inofensiva. Carlos Vicente hizo el resto desde los once metros.
Parecía muerto Osasuna pero un gol de Raúl García, en el minuto 88, regaló un final repleto de emoción. Unos últimos minutos donde, por cierto, volvió a aparecer Sivera para meter otra mano milagrosa en un libre directo de Arnáiz. Una roja de Pica que no fue -rectificó el VAR- y un asedio rojillo que se quedó sin premio.
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