Cuando en el Real Madrid se ejecuta un proyecto se hace para ganar. Ya lo dijo Valdano: "Es el club con la exigencia máxima". Y, sin ser yo amigo de citar constantemente el masculino y el femenino, es aplicable a todas las secciones. El Real Madrid puede perder, pero no así.
El ejemplo culé
A día de hoy, la distancia es sideral. Y se palpa dentro del terreno de juego. El Barça dominó el partido casi de principio a fin. Y eso que era un escenario propicio para poder dar la sorpresa después de los precedentes en Supercopa.
Mariona, siempre Mariona
No sé si Mariona, en algún momento, estará en el once de mejores jugadoras del mundo, no sé si la votará la capitana de Gambia, de Mozambique. Lo que sé, es que si yo tuviera que poner una papeleta, pondría su nombre. Hace de todo y todo lo hace bien.
Y ahora, la reflexión
Sinceramente, a nadie le puede sorprender lo visto en Butarque. El Real Madrid Femenino es un equipo mal concebido y muy poco querido. Al club le hace falta sentarse en una mesa y ver qué quiere hacer. Hace años, esta misma reunión trajo consigo la época dorada en la sección de baloncesto. El Madrid tiene que saber lo que quiere pero tiene que saberlo pronto. No hay ruedas de prensa pre ni post, no hay entrevistas, es difícil sacar entradas y así podríamos seguir hasta la incomparecencia habitual de las blancas cuando juegan contra el Barça.
No se puede consentir
No se puede consentir que el Barça te meta dos goleadas en dos meses. No se puede consentir perder la liga en el mes de noviembre. No se puede consentir perder como pierdes en la Liga de Campeones. Urgen medidas, soluciones, cambios y refuerzos.
La salud del fútbol español
España tiene en Salma una nueva Balón de Oro, en el Barça un equipo hegemónico en Europa, una selección que apunta a los juegos, pero tiene una salud cuestionable. La Supercopa no puede anunciarse dos semanas antes porque luego pasa lo que pasa: que las gradas están casi vacías.
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