mircoles, 15 diciembre 2010, 02:07 193y1c
Gana Mazembe, gana el ftbol global 2j395q
Cuando Kabangu coloca el baln en la red, no grita slo Lubumbashi. Cuando Kaluyituka enva su derechazo al fondo de las mallas, no es la Repblica Democrtica del Congo el nico territorio que estalla de jbilo. Cuando Kuipers pita el final y se confirma el resultado ms sorprendente del ftbol de clubes en muchos aos,hay felicidad ms all del orgullo defrica entera. Hay sonrisas enpartes del planeta muy alejadas entre s: y las hay porque todas ellas se sientenhoy ms conectadas que ayer.Atnitos, los amantes del ftbol mundial no se creanlo que estaban viviendo. Y ante todo, saban que estaban asistiendo a algo histrico, a algo comparable a los logros de Camern en Italia 90. Al principio de algo. Y mejor an: al final de un rgimen injusto,el que cerraba la puerta a tantos clubes y a tantos hinchas, el quedescartaba arbitrariamente a continentes que tambin sienten pasin por el juego y que deseaban poder competir contra los dolos de la televisin, poder optar a la gloria mxima. Hayvictorias que provocan satisfacciones puntuales,localizadas,personales. Hay otras que son ms importantes.Tienen que ver conla globalidad, con la forma de entender la organizacin de un deporte quese ha convertido en un hecho social, en un mecanismo para alcanzar la felicidad.La de hoy del TP Mazembe forma parte de estas ltimas. Uno siente que, con un simple resultado, el ftbol ha avanzado ms de diez aos en una sola tarde.
Ojo, esto lo escribe alguien que posee una camiseta del Inter de Porto Alegre en su casa y que tiene como fondo de escritorio en el PC de la oficina una foto de Giuliano celebrando su gol ante Chivas. Lo escribe alguien que estuvo en Beira-Rio y celebr la victoria colorada. Lo escribe alguien que podra llegar a itir que, si tuviera que elegir un equipo sudamericano, ste sera el Inter. Lo escribe alguien que dese que la Champions africana la ganara Esperance de Tunis. Lo escribe alguien que pens que el TP Mazembe no era un digno sucesor del gran Al Ahly del Cairo como rey de frica. Pero, sobre todo, lo escribe alguien que deseara que todos losseres humanosque lloran victorias y derrotas de los equipos de su gente, de sus comunidades, de sus calles, de sus padres, de sus bares,pudieran partir en igualdad de condiciones. Alguien que suea con que los nios de Bangkok no tengan que hacerse de la Juventus paraaspirara ser campeones del mundo. Las filias y las fobias personales siempre deben quedar por debajo de las cuestiones que afectan a la globalidad. Por eso, hoy me siento inmensamente feliz.
Una noche, tras pasear por Hanoi y presenciar unas cuantas escenas que motivaron la redaccin del primer artculo de esta temporada, escrib un correo a Toni Padilla. Le transmit un pensamiento y le justifiqu una decisin. Haba visto ftbol, puro ftbol en las calles, en las plazas, entre la vida de la gente. Vietnam, un pas del que no conoca ni un solo jugador, respiraba ftbol. En los televisores de las discotecas haba ftbol. A ojos del mundo, Vietnam era una nulidad futbolstica, y sin embargo uno senta que la gente del pas amaba el juego. Por qu ignoramos esta realidad?, le plante. Por qu dibujamos siempre un mapa con los mismos escenarios, como si en el exterior no hubiera nada? Quise aportar mi granito de arena para caminar hacia un periodismo sobre ftbol ms global, ms universal, que iluminara a las minoras olvidadas. Esa noche, quiz la noche en la que le regal la camiseta de Fbregas al apasionado recepcionista del hotel, un hincha que dorma con uniformes de ftbol en el hall y se levantaba a abrir la puerta a la hora que fuera cuando sonaba el timbre, esa noche, deca, decid crear en Marcador Internacional, nuestro pequeo milagro, nuestro programa de radio, una seccin de cinco minutos que hablara cada semana de ftbol africano y asitico. Para que todos los rincones del globo quedaran cubiertos. La llam "El mundo es mi locura". Cuando la hacemos pienso a veces en el clsico aficionado al ftbol espaol que jams se ha preguntado por lo que ocurre en los campos de Francia. Qu le vas a contar a l de Corea o de Argelia? Puede que cambie de emisora. Puede que s. Pero l ya tiene una oferta amplia y extensa para satisfacer sus necesidades. Yo quise abrir una ventana al mundo, una nica ventana, para que mi programa se pareciera un poquito al mundo que sueo, al periodismo que deseo, al ftbol que me emociona.
El partido? El partido lo gana el mpetu de Mazembe, su determinacin, su furia, su verticalidad, su atrevimiento. Lo pierde un Inter obsesionado con su duelo ante el campen de Europa, reticente a meter la pierna, aterrorizado ante la idea de cometer un posible penalti o una falta que conllevara perderse la final; un equipo que pensaba en el sbado sin darse cuenta de que esto ya no es un torneo a dos: ahora, afortunadamente, juegan siete. Hubo nombres propios, claro. Kidiaba es el Roger Milla de 2010: su bailecito sentado es la rplica al que el mtico delantero cameruns interpretaba en los campos italianos tras acercar a su pas a cotas histricas. Pero el arquero de Mazembe fue ms que un hombre celebrando gestas: fue artfice clave, al igual que el da de Pachuca, con algunas paradas para la posteridad (a Sobis, a Giuliano). Ante un equipo que crey que ganara por inercia y puro peso futbolstico, las ideas ms claras del mundo: robar y salir como flechas, encomendarse a la habilidad de Kabangu -ya mito, ya leyenda- y Singuluma. Los congoleos se sobrepusieron a todo: al cansancio del viernes, a la baja inexplicable de Sunzu (mal expulsado ante los mexicanos) que oblig a reubicar a Bedi como pivote puro. Y aunque al final el partido se resolvi por esa eterna diferencia que existe entre meterla o no meterla,nos quedamos todos con una sensacin:la victoria africana fue ms que merecida.
Lo que ocurra el sbado no cambiar nada. Ni una goleada en contra rebajar la magnitud del logro de hoy. El ftbol ya no es un coto cerrado de la UEFA y la CONMEBOL. El ftbol es global, planetario, mundial, democrtico, universal, diverso, enorme, multicultural, cosmopolita. El ftbolmerece la pena.