jueves, 25 marzo 2010, 10:20 j3w45
El hombre que quiso cambiar Escocia 3j345
Leemos en las ltimas semanas que la liga espaola se parece cada vez ms a la liga escocesa: hay una diferencia abismal entre los dos gigantes y el resto, convirtiendo en casi utpica la posibilidad de un pinchazo de los candidatos al ttulo ante equipos modestos. Sin embargo, lo que est ocurriendo este ao en Escocia es absolutamente impensable en La Liga actual. Uno de los dos grandes ha perdido casi la mitad de los encuentros que ha jugado fuera de casa. El ms reciente, anoche en el campo del penltimo por 4-0.
Baste un dato para darnos cuenta de lo memorable e histrico de la goleada que sufri anoche el Celtic en Paisley (que as se llama la pequea ciudad pegada a Glasgow en la que juega el Saint Mirren). El club catlico no haba perdido all en partido liguero en los ltimos 21 aos. Ayer no slo cay: sali goleado. Lo peor es que no se trata de un accidente aislado. La vulnerabilidad del conjunto de Tony Mowbray no se puede discutir. Hablamos de un equipo que se encuentra a diez puntos del Rangers habiendo jugado dos encuentros ms (o sea, podra perfectamente estar a diecisis). De un equipo que fue incapaz de superar la primera fase de la Europa League en un grupo en el que, tras el Hamburgo, era claro favorito para acabar segundo por delante del Hapoel Tel Aviv y del Austria de Viena. De un equipo que fue eliminado en cuartos de final de la Copa de la Liga en su santuario de Parkhead ante un Hearts que deambula por la zona media de la SPL. Y aunque sea el gran candidato para ganar la Scottish Cup despus de que el Dundee United se cargara anoche al Rangers, uno puede comprender que el entrenador est siendo cuestionado.
El ftbol es un juego tan extrao que incluso en la situacin de fracaso ms evidente puedes seguir argumentando que eres mejor que el rival. La reaccin de Tony Mowbray anoche tras el 4-0 en el campo del Saint Mirren es casi tan extraordinaria como el resultado. El tcnico ingls vino a decir que el resultado se explicaba por su osada: iba perdiendo 2-0 e hizo dos cambios ofensivos, acabando el encuentro con seis delanteros. Ese es el riesgo que comporta ser un entrenador de mentalidad positiva, sentenci. Y entonces se acord del eterno rival, apuntando que el Rangers juega un ftbol completamente distinto y que quiz la liga escocesa sea un campeonato que premie slo a los conjuntos defensivos y negativos. No lo dijo, pero en su discurso se poda leer entre lneas aquello tan manido de: ellos ganan, pero nosotros jugamos mejor.
Es cierto que a Tony Mowbray lo eligieron para dirigir al Celtic tras la renuncia de Gordon Strachan por su estilo atractivo. La directiva del club catlico tena claro que quera a un entrenador cuyo ftbol fuera reconocido por su valor esttico. Por eso se fij primero en Roberto Martnez y en Owen Coyle. Cuando ambos dijeron no, se fue a por Mowbray, que acababa de descender de la Premier League inglesa con el West Bromwich Albion. Est claro que no lo ficharon por sus resultados ms recientes -aunque es justo decir que fue l mismo el que subi a los baggies el ao anterior proclamndose campen en segunda divisin-. Pese a ocupar la ltima posicin de la tabla en el mximo nivel del ftbol ingls durante toda la temporada, la opinin generaliza del mundillo futbolstico era que el WBA jugaba bien. Para que nos entendamos: en gran parte del campeonato, su doble pivote lo formaron dos jugadores de toque: el esloveno Robert Koren y el hoy centrocampista ofensivo del Mallorca Borja Valero. En Glasgow queran a un tcnico que implantara un estilo del que sus hinchas se pudieran sentir orgullosos, pero seguro que no esperaban que los resultaros fueran tan catastrficos. Las imgenes de la siempre fiel hinchada de los hoops en Saint Mirren Park abucheando a sus propios jugadores hablan de una pelcula que no se ha rodado segn estaba prevista en el guin. Habr que estar atentos, pero no es difcil pensar que el final del ciclo Mowbray en el Celtic est cerca.