martes, 9 marzo 2010, 00:55 4q5s5e
Madrid - Lyon: dos formas de llegar 266o47
Circulan varias teoras sobre la forma ms adecuada de encarar una eliminatoria decisiva. Para unos, llegar descansado tras haber reservado a los jugadores fundamentales y sin exigirse mucho desde un punto de vista psicolgico es fundamental. Es la opcin que eligi el Lyon en Boulogne. Para otros, el esfuerzo ms extremo es soportable si conlleva una explosin de euforia y un refuerzo de la confianza. Es la que, voluntariamente o no, le toc vivir al Madrid el sbado ante el Sevilla. Y aunque siempre cremos que lo lgico era pensar en la remontada, ahora nos parece an ms probable que el viernes por la noche.
No es raro que Puel reservara a sus piezas ms preciadas. Viene siendo su tendencia habitual desde que lleg a Lyon. Antes de la Champions se rota, por precaucin. Y a veces, tambin se rota despus, por recuperacin. Esta absoluta priorizacin del campeonato europeo tuvo algo que ver en la prdida del imperio la temporada pasada y de nuevo explica en cierta medida la mala clasificacin liguera. Por supuesto, el ex tcnico del Lille crea que le iba a bastar sin sus favoritos para ganar en Boulogne, una de las plazas ms sencillas de la Ligue 1, y debera haberle bastado. Pero la mayora de los que saltaron al csped estaban tambin pensando en otra cosa. En el Bernabu, por supuesto.
Quin se qued fuera el sbado por la noche? Los imprescindibles a da de hoy. Toulalan, la brjula eterna. Ni la seleccin ni este Lyon juega demasiado desde hace algn tiempo, pero el ex del Nantes no pierde su condicin de fijo. Pjanic, que en la ida estuvo de nuevo brillante por momentos, ya un relevo que soporta el peso de la comparacin con Juninho. Lisandro, un delantero que trabaja, que cae a las bandas, que es pelen, que se involucra ms en las labores colectivas -por eso lo prefiere a Gomis-. Y Delgado, quiz el mejor del OL en Gerland ante los blancos, puro dinamismo de ida y vuelta, extremo sacrificado y punzante lanzador de contragolpes. En Madrid deben volver los cuatro al once para acabar formando el mismo que derrot al equipo de Pellegrini. Bastos insinu con reivindicar la titularidad con un hat-trick en Sochaux, pero Puel prefiere aquellos hombres que sabe que no le van a fallar en las ayudas. O lo que es lo mismo: los que le garantizan que su 4-3-3 domstico se convierta en un 4-5-1 en Europa.
La ltima media hora del Madrid el sbado roz la excelencia. Un equipo que atacaba con muchos, que mova la pelota rpido y que tena una enorme contundencia. Que desbordaba por superioridad numrica, por empuje, por clarividencia, por habilidad, por precisin... O sea, que era variado en su repertorio de recursos. Reproducir ese nivel significa clasificarse, pero, hasta qu punto puede arriesgar tanto en una eliminatoria sin segunda oportunidad? Hasta qu punto puede pedirle a Ramos que ejerza de atacante, hasta qu punto puede convertir el partido en una montaa rusa? Como siempre, ese valor doble de los goles en campo contrario condiciona mucho (y condiciona desde el punto de vista psicolgico, condiciona los planteamientos, no es un criterio de desempate sino que es un factor externo que est presente incluso en la previa). Y pese a ello, pese a que el 1-0 es siempre un resultado que da una clara ventaja al que mantuvo la portera a cero en su casa, la sensacin es que el equipo espaol debe meterse. Por mucho que a Puel le haya funcionado siempre ms jugar al contragolpe que a la elaboracin, por mucho que en Gerland su equipo se pareciera casi por primera vez a aquel Lille eficaz que construy en el norte. Es una cuestin de argumentos, de calidad, de volumen de juego. La tctica gala ser parecida a la de la ida. Entonces sali perfecta. Pero cuando el estado de nimo ilumina a los buenos, cuando el escaparate de estrellas se convierte en un espectculo colectivo, poco puede hacer el mejor ajedrecista.