Muchos se enteraron de la existencia de la Copa Confederaciones cuando Marc-Vivien Fo muri en Lyon el 26 de junio de 2003. Fue probablemente la primera vez que el torneo alcanz una cuota meditica de primer orden. Sus precedentes en Arabia Saud con el nombre de Copa del Rey Fahd no ayudaban a vender el producto desde un punto de vista deportivo: se vea como un invento para sacar dinero y que comprima an ms un calendario internacional en el que los partidos se amontonaban sin espacio para el reposo. La ltima edicin en 2005 sirvi para aumentar su prestigio, con una gran final entre Brasil y Argentina que acab con goleada de la canarinha, empujada por su espectacular pquer en ataque: Kak, Ronaldinho, Robinho y Adriano. La FIFA decidi entonces cambiar su periodicidad y ahora se jugar cada cuatro aos, siempre el verano anterior al Mundial y en el pas organizador del gran evento planetario. Se ha convertido en un ensayo para la organizacin, pero tambin promete grandes alicientes deportivos. La naturaleza del torneo garantiza -siempre que no renuncie alguno- la presencia de tres selecciones de primersimo nivel: las campeonas del Mundo, de Europa y de Sudamrica. Con el impulso que est logrando el ftbol en el resto de continentes, el nivel global de la Copa Confederaciones -al igual que el del Mundial de Clubes- debe experimentar un ascenso constante. Juntar a los mejores supone caminar hacia una fiesta ms global, sin tantas diferencias entre las potencias clsicas y los pases emergentes. Por todo ello, estos dos torneos de la FIFA me gustan y me motivan. Y adems rellenan en parte el espacio en blanco de los meses de junio de los aos impares. Maana se sortea la composicin de los grupos de Sudfrica 2009. Y creo que se ha hablado muy poco de ello. En el bombo de Johannesburgo, tres favoritas (Brasil, Espaa e Italia), dos buenos equipos (Egipto y Estados Unidos), otros dos no tan buenos (Iraq y Sudfrica) y un ltimo sin opcin alguna (Nueva Zelanda).

Toda cita que expone al jugador local a la mirada internacional se acaba convirtiendo en un magnfico escaparate. Para los clubes, para los agentes, para las marcas comerciales, pero tambin para esos hinchas vidos de descubrir nuevos cracks a los que idolatrar. Tuncay Sanli es, a ojos del mundo, un hijo de la Copa Confederaciones. Antes de la edicin de 2003, slo haba jugado tres minutos con la seleccin turca, en el clsico cambio en un partido amistoso que sirve para hacer debutar a una joven promesa. Tras el tercer puesto de Corea y Japn en 2002, el equipo otomano aprovech la renuncia de Alemania para representar a Europa en el campeonato que se celebr en Francia. Llev un equipo bastante experimental, en el que no estaban algunas de las estrellas que haban brillado en Asia. Contra todo pronstico, el conjunto de Senol Gunes elimin a Brasil y se meti en semifinales. Dos hombres absolutamente desconocidos por el gran pblico llamaron la atencin: Gkdneiz Karadeniz y Tuncay Sanli.



El delantero del Fenerbahe aprovech aquel impulso y se convirti en uno de los futbolistas ms destacados de la liga turca. Su carrera vivira despus otros dos momentos brillantes, dos hat-tricks que dieron la vuelta al mundo: uno ante el Manchester United en la Champions League y otro ante Suiza en el famossimo partido del play-off para el Mundial de Alemania que acab en batalla campal. Se empez a hablar de l para equipos importantes y yo incluso recib algunos mensajes, de esos que los oyentes mandan a la radio, preguntndome "cmo vera un fichaje de Tuncay por el Real Madrid". Me dej asombrado, no lo tena en una consideracin tan elevada como para un club de primersimo nivel, y cre estar en lo cierto cuando fue el Middlesbrough el que se lo llev. Sin embargo, en la Eurocopa 2008 el juego de Tuncay alcanz una nueva dimensin. No marc, pero dio la sensacin de haber crecido enormemente como futbolista de equipo. Desde la media punta, enlazaba ftbol y aada brega. Incansable, correoso, polivalente, profesional. En l se juntaban talento y esfuerzo. Incluso jug de portero cuando expulsaron a Volkan Demirel y a Terim no le quedaban cambios. Pas el verano, Tuncay se lesion y Turqua empez a jugar sin alma. Equipo plano, previsible, incapaz de ganar en Estonia. Volvi l y regres la chispa. Su hat-trick del mircoles en Viena, sutil y contundente a la vez, nos record que es una pieza clave insustituible. Si hoy me volvieran a preguntar por Tuncay y el Madrid, mi respuesta sera distinta.