El Real Madrid llega al partido del Arsenal con una victoria que lo mantiene vivo en la pelea por la Liga. Un triunfo de esos sacados con sangre, sudor y lágrimas. Es lo que hay. El equipo de Ancelotti no está para exhibiciones de fortaleza, que es lo que va a necesitar el miércoles. Pero al menos llega con tres puntos que le mantienen vivo en su intento de cazar al Barcelona. No es mucho a lo que agarrarse. De hecho, sólo se puede acudir a la historia, al embrujo del Bernabéu los golpes de calidad individual. Porque lo que se dice fútbol.
Camavinga: cuanto más caos, mejor
No es aquello de Rajoy de "cuanto mejor, peor". Pero casi. Cuando los partidos se vuelven ingobernables, caóticos y fuera de control, la figura del centrocampista francés se agranda. Si lo buscan para momentos de orden, de fútbol académico y cartesiano, olvídense. Pero si lo que quieren es un jugador que se maneje como nadie en medio de la locura, ahí está Eduardo. Cuando el partido de Vitoria se convirtió en un polvorín, se le vio por todas partes: chocaba, recuperaba, aparecía cerca del área rival y se sacó un excelente disparo para abrir el marcador.
Zona Norte
Las visitas al norte de España nunca han sido amables para el Madrid. En los últimos años, el equipo blanco siente que su presencia en los campos de Euskadi y en El Sadar eleva la tensión, como en los años 80. Por suerte, la situación social y del país ya no tiene nada que ver con aquella época. Pero para el Madrid, los tres campos vascos y en Pamlona siguen siendo sinónimo de pasar un mal rato y de recibir un torrente de insultos. La intensidad en el campo queda en nada comparada con la que se transmite desde la grada. Como en San Mamés, Anoeta y el campo de Osasuna, Raúl Asencio fue el centro de las iras. LaLiga deberá denunciar una vez más los deseos de muerte al central canario.
Basta ya del "Asencio muérete"
El Madrid y cualquier equipo al que le canten a uno de sus jugadores que se muera. No se puede normalizar ese cántico. A Asencio ni a nadie. Ha llegado el momento de parar, de decir hasta aquí. A quienes cantan eso se les puede identificar perfectamente. Se puede, otra cosa es que se quiera. Los árbitros no pueden seguir haciendo que no oyen nada. Y el Madrid, que amenazó con no presentarse por el tema del descanso, debería plantearse seriamente lo de marcharse ante esa barbaridad. Y estaría bien que el rival de turno le acompañase.
Frescura de Bellingham y Vinicius
Carlo Ancelotti montó un once sin Bellingham ni Vinicius, una señal clara de cara a lo que tiene pensado para el miércoles. Por la frescura física del inglés y la mental del brasileño pasan gran parte de las opciones del Madrid de estar, una vez más, entre los cuatro mejores de Europa. Con la Liga en juego en Vitoria, el entrenador del Madrid dejó claro que esas dos piezas son de una importancia suprema en el intento de gran remontada que tiene ante sí el actual campeón de Europa.
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