"He leído que te gustaba Michael Jordan. Michael Jordan cogía de los h****s a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de p***. Yo quiero que te vayas por la puerta grande, pero te lo tiene que ganar". Luis Enrique arengaba de esta forma a Kylian Mbappé en su documental 'No tenéis ni p*** idea' (Movistar Plus+). El delantero francés ya había anunciado por entonces que abandonaba el PSG, pero el entrenador le quiso dejar claro que si él se ponía el mono, lo harían los demás.
Kylian se marchó, pero Dembélé debió grabarse este mensaje a fuego en la cabeza. El francés no marcó en la final, pero Luis Enrique le dio una tarea más oscura que daría resultados.
Tendría que ser el encargado en ir a la salida de balón de Sommer y lo cierto es que el portero nunca despejó cómodo y la presión de Ousmane colocó a todo el PSG donde quería el entrenador. Al margen del trabajo sucio, participó en tres goles de los cinco del equipo, con un gesto técnico extraordinario en el tercero, dejando el balón a Vitinha de espaldas y sin mirar.
Dembélé es el líder silencioso. El francés llegó con Luis Enrique. El club echó el resto para convencerle dejar el Barça y cuando tuvo el sí a los azulgrana no les quedó otra que aceptar los 50 millones. Xavi era otro enamorado del francés y sabía lo que perdía. Luis Enrique sabía lo que ganaba. Tras un primer año más a la sombra de Mbappé, en la presente ha asumido el papel de estrella del equipo y se ha ganado ser el gran favorito al Balón de Oro. Solo su amigo Kylian puede ponerle en problemas si es capaz de asumir un rol esencial en la Liga de Naciones y en el Mundial de clubes.
Ousmane, de hecho, fue el primero ayer en echar un capote a Mbappé: "Yo creo que seríamos mejores con él, pero tenía un sueño que era jugar en el Madrid. Marquinhos y el propio Luis Enrique se acordaron también del jugador del Real Madrid".
Una vez Kylian en Madrid, Luis Enrique tenía la idea de repartir sus goles entre todos los delanteros. "No tenemos a un jugador de más de 40 goles, pero podemos hacerlos entre todos". Lo que no imaginaba es que Ousmane se llevará la mayor parte del pastel. Son 33 tantos y 15 asistencias en 49 partidos. Para dar un giro a sus estadísticas goleadores, el ex azulgrana itió que ha logrado serenarse mucho más en los últimos metros trabajando en los entrenamientos. La otra llave fue la maniobra de Luis Enrique. Cedió a un nueve, Kolo Muani, y dejó en un papel secundario al otro, Gonçalo Ramos, para jugar con falso 9. Ese papel lo ha asumido Dembélé y más cerca del área y más centrado ha sacada el fusil que tenía escondido.
Una personalidad que hace grupo
Dembélé tiene otra virtud fuera del campo. Por su forma de ser, es querido por todos siempre en el vestuario. Ocurre también en la selección sa. Cuando con la Euro ya empezada, el ex azulgrana se rompió y se vio obligado a dejar la concentración, el grupo itía que era un golpe por el buen ambiente y las bromas del ex azulgrana en el vestuario. Para Luis Enrique es un verdadero líder aunque no alce la voz. Y ese papel no va a cambiar. El equipo está hecho y los retoques no van a varias nada la función de Ousmane.
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