Si inexplicable es lo que sucedió en el tiempo añadido del Albacete-Huesca, también es difícil de entender cómo un equipo ha pasado de estar 14 jornadas invicto, firmando números de ascenso directo, a encadenar una pésima racha de resultadosque le tendría en descenso si sólo se tuvieran en cuenta estas últimas diez jornadas.
Es lo que le está pasando al Huesca. En Tenerife puso fin a gran racha sin derrotas y desde entonces no ha parado de sumar traspiés, algo que le ha hecho caerse de los seis primeros y ver la sexta plaza a cuatro puntos a falta de tres encuentros. Los de Antonio Hidalgo sólo han sumado siete puntos de los últimos 30, con siete derrotas incluidas. Alguna muy dura, como la de ayer en el Carlos Belmonte.
De marcar el tanto de la victoria en el minuto 95 a perder pasado el minuto 100. Una 'bofetada' que puede ser definitiva en sus aspiraciones de ascenso. El vestuario ha quedado muy tocado y, además, este fin de semana reciben al líder. Ganar mantendría las esperanzas de dar caza al Almería, pero empatar o perder sería casi una condena ya.
La buena racha se sostenía por su fiabilidad defensiva y solidez, que ha perdido desde aquel choque en el Heliodoro. Ha encajado 19 goles en estas 10 jornadas que, unido a las expulsiones y lesionados, han terminado por dinamitar una temporada que estaba siendo de ensueño. La ilusión por entrar en playoffs no se ha apagado, pero sí se ve muy lejana por las sensaciones y resultados en este tramo tan negativo.
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