El programa ‘Col·lapse’ sorprendió a su audiencia este sábado con un cambio inesperado en la conducción. Ricard Ustrell cumplió una antigua promesa hecha en directo y cedió su puesto al carismático Ángel Llàcer, amigo personal del presentador. En una de sus visitas anteriores al plató de TV3, Llàcer y Ustrell bromearon con intercambiar sus papeles algún día, y ese día finalmente llegó. El debut de Llàcer al frente del programa estuvo marcado por una entrevista cercana y emotiva a Carlos Latre, quien regresaba a la televisión tras una dura experiencia.
Latre, conocido por su versatilidad y sentido del humor, ofreció su primera entrevista después de la cancelación de ‘Babylon Show’, su último proyecto en Telecinco. El humorista aseguró que no vivió la cancelación como un fracaso profesional: “No me generó un cataclismo profesional, porque, ¿qué es un fracaso?” En una conversación íntima con Llàcer, reflexionó sobre la presión social que rodea los tropiezos televisivos. “Se habla con mucha facilidad de la palabra fracaso y además se habla del fracaso desde el ‘te voy a pisar la cabeza’", expresó con contundencia.
Carlos Latre también explicó que, aunque el programa no tuvo éxito, la experiencia fue clave para su crecimiento personal. “A día de hoy 'Babylon Show' fue de todo menos un fracaso, por lo menos personal. Ahora estoy en un momento en el que digo ‘no era mi momento, no era mi programa… Pero lo tenía que hacer para enseñarme todo lo que he aprendido’”, confesó. Una visión alejada del dramatismo, centrada en el aprendizaje y la introspección.
Sin embargo, lo que más le impactó no fue la cancelación en sí, sino las reacciones negativas que suscitó. “Lo que más me ha tocado de todo lo que pasó es ver tanta maldad a mi alrededor. He llorado mucho, me sentí muy desprotegido, muy solo. Sentí que tenía que estar solo y que tenía que volverme a construir a mí mismo”, relató con emoción. La entrevista fue un ejercicio de honestidad que dejó huella en el plató y en los espectadores.
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