La Real Sociedad perdió ayer por 1-2 contra el Anderlecht, que supo remontar el tempranero gol inicial del chaval Pablo Marín, en medio de los incidentes de sus ultras, con Vázquez y Leoni acertando ante Remiro antes del descanso, sin que los txuriurdin hiciesen luego lo mismo en las muchas ocasiones que tuvieron para, al menos, rescatar un punto.
El partido no pudo comenzar mejor para la Real ya que, tras una buena puesta en escena del Anderlecht, que salió a presionar muy arriba y a jugar bien, algo que le traicionó muy rápido, ya que Sadiq aprovechó un grave error en la salida del balón para centrar al segundo poste, donde apareció Pablo Marín para firmar su primer gol en la élite y adelantar con el a su equipo. Los belgas ni se inmutaron, porque continuaron con su misma idea, ganándole de hecho la posesión a los de Imanol, que se libraron de la igualada en dos o tres disparos que fueron bien interceptados por los defensores locales, pero tanta insistencia terminó con Luis Vázquez superando a Remiro,en una jugada en cuyo inicio pudo haber falta a Sadiq.
El empate y los lamentables incidentes de los ultras belgas en la grada, rompiendo la mampara de seguridad y tirando asientos a los aficionados locales que estaban debajo, sacaron a la Real del partido, y además hubo un error en el despeje que le cayó a Leoni, que se sacó un voleón con el que coló el balón por toda la escuadra. A punto estuvo de hacer un tanto similar Óskarsson, tras un medido pase de Remiro, sí Remiro, pero el disparo del islandés se fue a la cruceta, justo antes del descanso.
El paso por los vestuarios le sirvió a Imanol para meter a Barrenetxea por Odriozola. Aguerd por Pacheco y a Kubo por Sadiq, pasando del 1-5-3-2 inicial al 1-4-3-3 habitual, con el que Aguerd cabeceó alto, a Óskarsson se le fue un zurdazo fuera por poco y Kubo remató alto, en muy buena posición.
Los txuriurdin se adueñaron por completo del encuentro, con hasta seis córners, uno de ellos con testarazo de Jon Martín que salió rozando el travesaño, con Brais Méndez firmando otro cabezazo muy bueno que salió a centímetros del poste derecho de un Anderlecht al que ya estaban perdonando. Como suele suceder en esas ocasiones, la ansiedad y la prisa se fueron adueñando de los de Imanol, lo que aprovecharon los visitantes para lanzar algunas buenas contras, aunque ni Leoni, ni Verchaeren, ni Vázquez acertaron a sentenciar. Afortunadamente pars sus intereses no fue necesario, porque la Real no pudo empatar y el 1-2 les bastó.
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