En una intervención en el programa 'Órbita Laika' de TVE, la divulgadora científica Boticaria García ha explicado de forma clara y directa las diferencias entre dos de los medicamentos más utilizados para tratar el dolor y la fiebre: el ibuprofeno y el paracetamol.
El proceso comienza con el ácido araquidónico, una sustancia que nuestro cuerpo libera cuando hay dolor. Este ácido se une a unas enzimas llamadas COX-1 y COX-2, desencadenando la producción de compuestos que provocan dolor, inflamación y fiebre.
El ibuprofeno, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), actúa bloqueando estas enzimas COX, reduciendo así el dolor, la fiebre y, sobre todo, la inflamación. Sin embargo, su efecto no es selectivo y puede afectar a otras zonas del cuerpo, como el estómago, provocando molestias gastrointestinales debido a que también bloquea sustancias protectoras de la mucosa estomacal.
Por otro lado, el paracetamol tiene un mecanismo de acción diferente. Aunque no tiene efecto antiinflamatorio, sí actúa eficazmente como analgésico y antipirético. Además, no afecta al estómago, lo que lo convierte en una opción más segura para personas con problemas gastrointestinales.
En resumen, si el dolor viene acompañado de inflamación (como en una torcedura o un esguince), el ibuprofeno puede ser más eficaz. Si, en cambio, se busca únicamente reducir el dolor o la fiebre, el paracetamol es una alternativa más segura.
Pros y contras de cada uno de ellos
Ibuprofeno
Pros:
Efecto antiinflamatorio.
Alivia el dolor y reduce la fiebre.
Útil en lesiones con inflamación (esguinces, artritis).
Contras:
Puede causar molestias gastrointestinales.
No recomendado para personas con úlceras o problemas estomacales.
Uso prolongado puede afectar los riñones.
Paracetamol
Pros:
Efectivo como analgésico y antipirético.
No afecta al estómago.
Más seguro para personas con problemas gastrointestinales.
Contras:
No tiene efecto antiinflamatorio.
Dosis elevadas pueden dañar el hígado.
Menos efectivo en dolores asociados a inflamación.