- Directo PSG-Inter, la crónica
Nada más acabar el partido, Luis Enrique recibió de la grada una camiseta diferente a la que llevaban los jugadores y el resto del cuerpo técnico. Podía aventurarse que se trataba de un homenaje a Xana, su hija fallecida en agosto de 2019. Así fue. Una camiseta negra, con el dibujo de la Fundación creada por la familia de Luis Enrique, recreando la escena que padre e hija habían protagonizado en 2015, con la niña ondeando la bandera del Barça y la senyera. Ahora era la bandera del PSG la que levantaba.
La escena conmovió a todo el estadio, a los que lo vieron por televisión y a toda la expedición del PSG, aunque el mayor homenaje aún estaría por llegar. Y era sorpresa para el entrenador. En el fondo donde estaban todos los aficionados del PSG, se desplegó una enorme pancarta en la que se veía a Luis Enrique clavando la bandera del PSG bajo la mirada de su hija, con el 8 y el nombre de Xana a la espalda. Un momento para llorar, una imagen que se convirtió en la más emotiva de la final.
"Xana está con la familia y con sus amigos todos los días, se gane o se pierda, se levante de mal humor o de buen humor. Cuando uno ama a las personas de corazón... Xana siempre está conmigo y hoy estaría por aquí corriendo, aunque sería un poco más mayor. Es un día muy bonito, con toda la familia y los amigos. Y cuando haces también tan feliz a tantos aficionados, pues felicidad máxima", dijo Luis Enrique al final del encuentro, visiblemente emocionado.
"Xana está conmigo en la victoria y en la derrota. No es momento para estar triste. El mural ha sido precioso, lo agradezco...", insistió el entrenador del PSG.
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