El francés Alexandre Muller protagonizó este miércoles la gran sorpresa del torneo de Hamburgo al eliminar al ídolo local, primer favorito y campeón en 2023, el alemán Alexander Zverev, por 6-3, 4-6 y 7-6(5). Finalista en Roland Garros en 2024, el tenista germano se está mostrando muy irregular sobre tierra batida en las últimas semanas y en los tres Masters 1000 que preceden a Roland Garros no ha pasado de los cuartos de final como mejor resultado.
En dos horas y cuarenta minutos encajó su derrota el número tres del mundo, que siempre fue contra corriente y se encontró con un adversario crecido y confiado en sus opciones desde el principio.
No pudo completar la remontada Zverev, llevado al límite por Muller, al que siempre había ganado sin contratiempos. Nunca el hamburgués había perdido set alguno ante el francés, al que había ganado en dos ocasiones, la última hace solo unas semanas en Múnich, donde el germano logró su primer trofeo de 2025 y el vigésimo cuarto en su carrera.
Pero el choque se le enquistó desde el principio. El alemán de 28 años, sin el buen juego ni la regularidad de otras ocasiones, tuvo que tirar de épica y talento en momentos clave para mantener el tipo en un partido que se le enredó hasta el final.
Tras perder el primer set, se encontró con un adversario agigantado, que no decayó al inicio del segundo set cuando Zverev se puso con 3-0 e igualó el parcial. Y que comenzó la manga decisiva, la tercera, con 2-0.
Anoche tuve 39,4 de fiebre y vomité 37 veces. Creo que solo hay dos jugadores en el mundo que habrían decidido saltar a pista hoy, me siento orgulloso de ser yo uno de ellos
El alemán reaccionó y, con mucho trabajo en cada punto, permaneció en el pulso. Estuvo a dos puntos del triunfo, en el desempate. Pero ni siquiera eso hundió a Alexandre Muller, que aprovechó la primera opción que tuvo para sellar una de las victorias más importantes de su carrera.
Muller jugará en cuartos de final con el ganador del duelo entre su compatriota Giovanni Mpetshi Perricard y el canadiense Felix Auger Aliassime, sexto cabeza de serie.
Tras el partido, Zverev dio una explicación a lo sucedido: "Anoche tuve 39,4 de fiebre y vomité 37 veces. Creo que solo hay dos jugadores en el mundo que habrían decidido saltar a pista hoy, me siento orgulloso de ser yo uno de ellos".
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