- Ahí empezó todo El 'paripé' se lo lleva el Elche
El pasado sábado, el Fuenlabrada rubricó su descenso a la Segunda RFEF del fútbol español. No hubo milagro. Y eso que los azulones cumplieron y remontaron en el Fernando Torres para terminar ganando por 4-1 al Recreativo de Huelva, merced a un póker de goles de Manu Garrido. Además, hubo varios resultados que acompañaron, pero la combinación de marcadores que debían cuadrar para que el Fuenla se quedara en Primera RFEF era tan compleja que el conjunto del sur de Madrid terminó perdiendo la categoría.
Poco importa que los azulones apenas hayan estado en puestos de descenso un puñado de jornadas en el total de la temporada. El pobre rendimiento del equipo en los últimos dos meses y medio, con solo una victoria y seis derrotas en diez jornadas (las últimas cuatro, consecutivas), llevaron al Fuenla a tener que jugársela en el último partido… y sin depender de sí mismo. La premisa estaba casi imposible y, finalmente, los pupilos codirigidos desde hacía un par de semanas por un tándem tan ‘made in Fuenla’ como lo era el formado por Rubén Anuarbe, Juanma Marrero y Mikel Iribas, a los que recurrió el club como medida de urgencia para intentar ‘tocar’ el corazón de los jugadores, no consiguieron salvar la categoría.
Cinco años convulsos
Un escenario, este descenso a Segunda RFEF, que parecía un imposible en la hoja de ruta de los azulones hace menos de cinco años. En plena pandemia del Covid-19, el Fuenla, entonces en Segunda (dos divisiones por encima de la categoría que jugará el año que viene) estuvo a un pasito de disputar los playoffs de ascenso a Primera División, el curso del tan controvertido ‘Fuenlagate’. Era el primer año del equipo del sur de Madrid en Segunda, y solo una remontada ‘exprés’ del Deportivo de la Coruña en Riazor, con un gol de penalti señalado por el VAR en el último minuto de aquella controvertida última jornada, privó a los azulones de besar el santo en el año de su debut en el fútbol profesional, entonces con Iribas y Juanma en el campo. "En la tele he visto que no era penalti. Lo han pitado desde Madrid. Cada uno que juzgue", espetó tras aquel partido José Ramón Sandoval, entonces técnico del Fuenla. Su equipo se quedaba a un suspiro de disputar la promoción.
En la tele he visto que no era penalti. Lo han pitado desde Madrid. Cada uno que juzgue
Tras aquello, el curso siguiente en la división de plata, también marcado por la pandemia, fue tranquilo para el Fuenla, que terminó en mitad de tabla: en undécimo lugar. El equipo se asentaba en el fútbol profesional y, de hecho, ponía en marcha el proyecto 'Fuenla 2030', con el que pretendía crear filiales en Estados Unidos, Asia, África e incluso Emiratos Árabes y ampliar las dimensiones y el aforo del Fernando Torres, con obras presupuestadas en 6'5 millones de euros. La idea, así pues, era la de seguir creciendo. "Hay que aprovechar el tirón del Mundial de 2026", señalaba entonces Jonathan Praena, presidente de la entidad.
No hubo triple milagro
Aunque la siguiente campaña fue para olvidar. Tanto para ellos como para sus vecinos de Alcorcón, que fueron de mal en peor durante todo el curso: el Fuenlabrada terminó penúltimo y el Alcor, último. Los dos cayeron a la Primera RFEF, aunque el Alcor volvió un año después a Segunda. No así el Fuenla, que, además, terminó salvándose en la última jornada.
Pero el equipo no aprendió de aquel susto. El curso pasado, volvió a conseguir la permanencia en la última jornada, tras una temporada plagada de altibajos. Pero este año, no ha sido posible repetir la gesta. Y, después de trece temporadas seguidas compitiendo entre Segunda B, Segunda y Primera RFEF, el Fuenla volverá a jugar en la cuarta división del fútbol español.
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