Rayo Vallecano y Betis se han quedado con la miel en los labios esta tarde en el Estadio de Vallecas. Los franjirrojos buscaban un triunfo que disparara sus opciones de jugar en Europa la próxima temporada y los verdiblancos necesitaban los tres puntos para mantener opciones de pelear por una plaza de Champions. Pero ni el equipo de Iñigo Pérez, que llegó a ponerse 2-0 en el marcador, ni los de Pellegrini, que igualó el marcador al cuarto de hora de la segunda parte, terminaron consiguiendo su objetivo.
Los madrileños mantienen por el momento la octava plaza de la clasificación, pero Osasuna les da caza con 48 puntos a dos jornadas del final del campeonato. Los sevillanos, por su parte, se quedan a cinco del Villarreal y, salvo milagro, dicen adiós a la lucha por la quinta posición. Un empate a dos agridulce en un duelo de alta intensidad que terminó con protestas por un tiempo añadido que se recortó por una incidencia médica en la grada y que Gonzalez Fuertes no recuperó completamente.
Dos golazos del Rayo en la primera parte
Decía Pellegrini en la previa que el Rayo Vallecano era un equipo peligroso por la calidad de sus futbolistas, su intensidad... y porque le tenían perfectamente tomada la medida al Estadio de Vallecas, más estrecho y más corto que los de la mayoría de equipos de Primera división. Una afirmación que cobró sentido en el tramo final de la primera parte con Pedro Díaz como gran protagonista...
Hasta entonces, ninguno de los intentos del conjunto franjirrojo ni de los verdiblancos había tenido ocasiones realmente claras para marcar. Un buen centro sin remate de Álvaro, algún disparo impreciso de Antony y el Cucho, una falta directa de Isco que desvió la barrera, un golpeo de Fornals que murió en el bosque de piernas de la zaga... Fuegos de artificio hasta que llegó el fuego real.
Ya había mostrado alguna vez esta temporada Pedro Díaz su potente golpeo. Lo que seguramente nadie esperaba en el Betis es que probara suerte desde su 'casa'. Recibió el balón en la medular, superó la cal del círculo central, ya en campo del conjunto verdiblanco, y con un latigazo sorprendió por arriba a Adrián. El portero sevillano logró rozar el balón, que se fue al larguero, pero ahí apareció De Frutos, más listo que nadie y evitando el fuera de juego, para cazar el rebote y cabecear a la red.
Al conjunto andaluz no le estaba saliendo nada. Estaba por debajo en el marcador, se alejaba de la Champions y para colmo había perdido a Sabaly por lesión tras una mala caída en la que se dañó el hombro izquierdo, una pésima noticia a menos de dos semanas de la final de la Conference. Pero cuando miraba ya al descanso para intentar rearmarse, recibió un nuevo golpe en el mentón, en términos pugilísticos, que le mandó directo a la lona...
Balliu peleó un balón que parecía perdido, saliendo de su posición, De Frutos lo recibió y se fue en vertical hacia el área, y en la frontal, fue derribado por Bartra. El tiempo de añadido ya se había cumplido, pero González Fuertes, lógicamente, permitió que se lanzara la falta, un libre directo que Lejeune ejecutó a la perfección con un golpeo potente, sorteando la barrera por fuera, que botó antes de entrar en la portería. Adrián tal vez pudo hacer más, pero el 2-0 reflejó lo visto en un primer tiempo en el que el Rayo fue el único que buscó el triunfo de verdad.
Remontada incompleta de los verdiblancos
No muy lejos de Vallecas, en Butarque, el Betis se había ido al descanso perdiendo 2-0 ante el Leganés hace un par de meses y terminó ganando el partido por 2-3. A eso pareció aferrarse el conjunto verdiblanco, que salió del vestuario dispuesto a cambiar el rumbo del partido y no tardó en recortar distancias. El Cucho Hernández hizo de las suyas recibiendo de espaldas, marchándose de Lejeune y de Pathe Ciss y buscando un golpeo potente pegado al palo para marcar.
Nada pudo hacer Batalla, a quien ni siquiera la gorra que lució para protegerse de un sol que pudo molestar a Adrián en el primer gol del partido sirvió para evitar el tanto bético. No era la tarde del portero sevillano, que se comió un centro de Álvaro que casi le cuesta el tercero a su equipo. Pero lo que no le daba a su equipo parando se lo dio con picardía para arrancar desde su portería la jugada del empate de los verdiblancos.
Sacó en largo pillando a la zaga rayista mal situada, Abde prolongó de cabeza, el Cucho se fue de Pedro y volvió a darle el balón al marroquí que, después de amagar con disparar, fue derribado por Lejeune en el área. Penalti clarísimo que Isco puso en la escuadra. Fue la 16ª participación en un gol entre tantos y asistencia del malagueño en 20 partidos. Ni quince minutos en la segunda parte habían necesitado los de Pellegrini para anular la ventaja rayista.
El empate no le valía a ninguno de los dos, así que desde ambos banquillos no tardaron en mover ficha. Antony rozó la remontada con un disparo que cruzó en exceso. Adrián logró redimirse de sus errores anteriores sacándole un mano a mano a Álvaro tras un sensacional pase de Isi. Y de nuevo el guardameta sevillano acertó despejando un buen disparo de Unai López desde la frontal. El partido estaba ya completamente roto.
El Pacha, con un golpeo tras una larga conducción, tuvo la penúltima para un Rayo que mejoró con los cambios. La última fue un doble intento de cabeza de Aridane y con la zurda de Isi antes de que González Fuertes diera por finalizado en el 96 un añadido de cuatro minutos del que no se jugaron ni dos por una incidencia médica en la grada. El Betis prácticamente se despide de la Champions y el Rayo tendrá que seguir peleando por la Conference.... ya sin margen de error.
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