Euforia en el vestuario tras la histórica clasificación para 'semis'

La ocasión lo merecía. Por primera vez en su historia, el Betis había logrado clasificarse para disputar las semifinales de una competición europea. Y la celebración estuvo a la altura de la gesta. La plantilla verdiblanca, en el vestuario del estadio del Jagiellonia polaco, celebró por todo lo alto un momento inolvidable ya para el club de las Trece Barras, que este Jueves Santo rompió por fin el techo de los cuartos.

Música, cánticos y bailes reflejaron la euforia de un equipo que, minutos antes, todavía sobre el césped, habían celebrado con los casi 500 aficionados béticos desplazados a Bialystok el empate que, gracias al triunfo por 2-0 en la ida, le daba al equipo de Pellegrini el pase a la siguiente ronda de la Conference League. Un Betis que no para de crecer y que apunta ahora a la Fiorentina como su próximo reto para regresar a Polonia, donde el 28 de mayo se jugará la final.

Hubo tiempo incluso para las bromas camino de la caseta, como la protagonizada por Héctor Bellerín, que recordó el día grande que se vive hoy en la capital de Andalucía diciendo que tras esta clasificación el equipo se iba a hora "a la Madrugá'. No será así porque el Betis pernoctará en Varsovia antes de volar mañana de vuelta a Sevilla. Un viaje feliz después de hacer historia que deja a los verdiblancos a dos pasitos de la pelea por un título.

Un detalle con Diego Llorente

En el partido, los jugadores del plantel bético tuvieron un bonito gesto con el lesionado Diego Llorente, que hoy mismo pasó por el quirófano. Con una camiseta con su dorsal, celebraron el gol de Bakambu que les ponía con pie y medio en las semifinales. El central madrileño lo agradeció desde el hospital, antes de regresar también mañana a la capital hispalense para comenzar una larga recuperación que le tendrá cuatro meses alejado de los terrenos de juego.