Cardoso-Atlético, flechazo mutuo

Aunque ya figuraba en un lugar destacado en la lista que Carlos Bucero maneja para reforzar la sala de máquinas del Atlético, la visita de Johnny Cardoso a Madrid del pasado domingo no ha podido resultar más convincente. Por un lado, para las voces que proclamaban en el Metropolitano que el mediocentro del Betis reunía todas las condiciones para convertirse en el fichaje perfecto para cubrir el recurrente vacío en el 5. Por el otro, para el propio jugador, que no escondería su receptividad ante el interés rojiblanco ni evitaría visualizar cómo podía ser su futuro en uno de los grandes de España, por más que en el corto plazo sólo pase por su cabeza poner fin a su aventura de año y medio en el club verdiblanco de la mejor manera: levantando el primer título europeo de su historia, la Conference League que asoma el día 28.

Pese a que los de Pellegrini afrontaron su último viaje liguero de la temporada conscientes de que debía mediar un milagro para remontar en dos jornadas los cinco puntos de distancia respecto al Villarreal que le habrían llevado a la Champions y con la mente puesta en la final frente al Chelsea, Cardoso sí tenía mucho en juego. Se sabía observado tanto por el director general de fútbol y el resto de la parcela deportiva como por Simeone y su cuerpo técnico. Un examen en toda regla, pero también una oportunidad para dejar huella.

Dicho y hecho, pues el desempeño del internacional por Estados Unidos no haría más que reafirmar todas las impresiones que lo habían situado bajo el radar del Atlético: inteligencia y sentido táctico para posicionarse y mandar en el centro del campo, físico y despliegue para liderar la presión y coleccionar intercepciones de balón, intensidad y fortaleza para ganar duelos, buen pie para dar una salida limpia al juego, visión y capacidad para romper líneas, personalidad y un liderazgo impropio de un futbolista de 23 años para sostener el equipo...

En este sentido, si la percepción que existía en el club rojiblanco era que Cardoso tenía hechuras para dar el salto a uno de los grandes del concierto internacional, su paso por el Metropolitano acabaría suponiendo el convencimiento definitivo de que se trata de una pieza ideal en el plan de construir un proyecto de presente y futuro.

Un salto en su carrera

Más allá de acabar de cautivar a los responsables deportivos del Atlético, el mediocentro, tan centrado, maduro y calculador como se maneja en el verde, también aprovecharía su viaje a la capital de España para mostrar su predisposición a jugar a las órdenes de Simeone, progresar en su carrera y afrontar el reto de competir asiduamente por los títulos.

Incluso a modo anecdótico, también tendría tiempo para visualizar el futuro y empezar a hacerse a la vida en Madrid, pues mientras la expedición del Betis ponía rumbo de vuelta a Sevilla en la noche del domingo, Cardoso, acompañado de familiares y personas de su confianza, se alojaba en un hotel de la ciudad para disfrutar de los dos días libres concedidos por Pellegrini y hacerse un plano de la situación.

Mucho mas que una visita, en definitiva, que no escondió la firme declaración de intenciones del Atlético de lanzarse a por su contratación y la predisposición de Cardoso a empezar una nueva etapa en Madrid, priorizando el interés rojiblanco a los cantos de sirena que le llegan desde Inglaterra. l