La semana que cierra la Liga es la semana del adiós de Oscar de Marcos. El de Laguardia, primer capitán del equipo esta temporada, deja atrás 16 campañas en la plantilla y 573 partidos disputados. Este curso se ha ido hasta los 42 encuentros (2.449 minutos) y frente al Barcelona pondrá fin a una historia que arrancó el 6 de agosto de 2009 en Berna, frente al Young Boys, en una ronda previa de Europa League. La casualidad ha querido que el último partido de De Marcos en el nuevo San Mamés sea frente al Barcelona, que el 16 de agosto de 2009 fue el primer rival al que se enfrentó en el viejo San Mamés. En aquel partido de Supercopa marcó el gol del Athletic en un encuentro que terminó con triunfo azulgrana por 1-2.
De Marcos (36 años) dice adiós a su vida de futbolista, pero no al Athletic. El de Laguardia, el hijo de Pedro Antonio y Elvira, es hincha confeso del club desde que era niño. Seguía el camino de su padre, que fue uno de los impulsores de la Peña del Athletic en Laguardia. De Marcos deja un legado impresionante en el club, que va más allá del récord de partidos europeos en el club (77) o de la Copa y las Supercopas que ha ganado. El 18 del Athletic, el número que heredó de su buen amigo Gurpegui después de haber lucido el 28 y el 10, es más que un futbolista al uso. Es un tipo de compromiso, solidario y cabal. Un referente.
Las visitas reiteradas a la planta infantil del Hospital de Cruces que un padre agradecido hizo públicas en redes sociales, aunque el futbolista lo seguía siempre desde el prisma del anonimato, sus experiencias vitales en Togo (en una de ellas viajó con su padre) o la cercanía que ha dejado con todos a los que ha tenido a su lado en una andadura futbolística que le ha acompañado en la maduración de la persona, le convierten en un futbolista único y singular. Un dueño espectacular del brazalete de capitán en el Athletic.
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