El supergigante de St.Anton nacía con la adrenalina generada por el Descenso de ayer aún activa. Por la victoria de Fede Brignone, la primera de la tigresa de Milán en la altísima velocidad y la de una esquiadora más veterana; por el sorpresón de la suiza Malorie Blanc, que con el dorsal 46 asaltó la segunda plaza; por ver a Lindsey Vonn a las puertas del podio y acabar sexta; por que las tres grandes favoritas (Hütter-Goggia-Gut) tuvieran en el séptimo puesto de la austriaca su mejor resultado... Así nacía, en una espléndida mañana, el tercer S-G de la temporada, y un día espectacular para Estados Unidos. Ganó Lauren Macuga, con la austriaca Venier y la italiana Brignone a su espalda. Y con Vonn en la cuarta posición.
Con la nieve más sólida que en el Descenso, la apertura estuvo en manos de Alemania con Kira Weidle. Ya esa primera bajada explicaba que la exigencia era alta desde la parte de arriba. En 1:18.78 quedó el primer crono, una referencia ciega a la espera de ver al resto. El primer examen real al crono de Kira fue el de Alice Robinson. La neozelandesa, más cómoda que en el descenso de ayer, se fue lejos de la germana. El tiempo de Weidle ganaba peso, aunque quedan las bestias por bajar.
Tras detenerse la carrera por la caída de Roberta Melesi, fue Fede Brignone la que abrió el portillón a las favoritas. Ganadora del Descenso de ayer, Fede marcó el nuevo mejor tiempo (1:18.43) y el desafío para quien quisiera ganar. A pesar de tener algún problema más de lo esperado, el tiempo de Brignone fue inaccesible para una Lara Gut (a 0.34) que mejoró, pero no tanto como para llegar a la primera victoria de la temporada, un triunfo que se le niega desde el 2 de marzo, cuando se impuso en el Súper de Kvitfjell.
Pasada la amenaza de Ester Ledecka, Federica puso los ojos en su compañera-enemiga: Sofia Goggia. La de Bérgamo, que rodó por los suelos ayer, arriesgó y anduvo cerca de repetir caída en el mismo sitio. Y en una zona de altas vibraciones no fue capaz de controlarse. No se cayó, pero se quedó fuera para cerrar un fin de semana sin puntos. Un golpe para sus aspiraciones de llevarse globos a casa.
Era el turno de Cornelia Hütter, la última de las tres grandes amenazas para Brignone. Y tampoco pudo con la italiana. Pero la posibilidad de la victoria 31 de la milanesa voló en la siguiente bajada. Austria sacó las uñas con Stephanie Venier. La de Innsbruck rebajó en 0.24 el mejor tiempo y lanzó una extraordinaria candidatura para ganar en St. Anton, algo que no se veía desde 1995: Elfi Eder.
Pero tampoco. Porque, con sol, mejor luz y una bajada monumental, la estadounidense Lauren Macuga puso la carrera patas arriba con su 1:17.51, 68 centésimas mejor que Venier. Con un cuarto mejor puesto como referencia en su carrera (descenso de Beaver Creek, esta temporada), la de Park City (Utah) se convertía en la marca a batir en una pista en la que Estados Unidos había ganado antes tres veces: Alice McKennis (2013, Descenso) y dos con Vonn en 2007 (Descenso y Combinada).
Y ahí se iban los ojos, a Lindsey Vonn y su dorsal 31. Después de lo visto ayer nadie arriesga a apostar contra la de Minnesota, sus 40 años y su lustro alejada de la Copa del Mundo. Con el sol otra vez oculto, la leyenda se lanzó y mantuvo a la grada en vilo con tiempos que la colocaban en disposición de atacar el podio. Lo hizo hasta el final, pero ese pasito se le fue por poco: a 32 centésimas de Birgnone se quedó. Ya nadie puede decir que su regreso era un brindis al sol. Vonn está para pelear con las mejores. Y por todo.
Pasado este fin de semana de velocidad, y con el eslalon nocturno de Flachau asomándose para el martes, la clasificación del Supergigante queda comandada por Lara Gut (201 puntos), con Goggia, Hütter y Macuga al acecho a 45 y 47 y 47 puntos, respectivamente, después de tres bajadas. La igualdad es extrema, con Brignone a 60. La General tiene al frente a Fede Brignone (479 puntos). Segunda es Zrinka Ljutic (-23) y tercera, Sara Hector (-32).
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