La nueva tasa de alcoholemia, mucho más exigente que los actuales 0,5 gramos por litro en sangre, propuesta por el gobierno del PSOE (y que Pere Navarro, director de la DGT explicó con un gráfico "no se podrá beber casi nada") ha sido hoy debatida y itida por el Congreso de los Diputados, por lo que sigue adelante su tramitación, que ahora pasará al Senado para el último paso antes de entrar en vigor.
177 votos a favor, 32 en contra (VOX) y 135 abstenciones (entre estos últimos los del PP) ha sido el resultado de la votación de hoy, por la que el Congreso tramitará la propuesta de los socialistas para rebajar el límite máximo de tasa de alcoholemia permitido de 0,5 a 0,2 gramos por litro de sangre (que equivaldría a apenas 0,1 miligramos por litro de aire aspirado, frente a los 0,25 actuales), con la abstención del PP y el rechazo de Vox. Tanto el PNV, como Junts, ERC y Sumar han manifestado el apoyo a la tramitación de la iniciativa, pero han anunciado que presentarán enmiendas.
De las más restrictivas de Europa
Manuel Arribas, diputado del PSOE, ha defendido la iniciativa utilizando como referencia a países como Suecia y Noruega, que también tienen tasas máximas de 0,2 gramos por litro de sangre que, además, es el índice por el que apuestan distintos organismos internacionales. Si sale finalmente adelante, España será uno de los países más restrictivos de Europa en cuanto al alcohol en la conducción.
También se justifica esta medida por los datos del Instituto Nacional de Toxicología que apuntan que el 33 por ciento de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico dieron positivo por alcohol en sangre, así como el 29 por ciento de los peatones muertos atropellados.
Prohibición de publicar los controles
La reducción de la tasa de alcoholemia no es el único cambio importante previsto por la propuesta socialista. La medida también contempla la prohibición de difundir en redes sociales la situación de los controles de alcohol y drogas.