- Volkswagen. La 'Alexneta', la Volkswagen talismán de Álex Márquez en Jerez
- Furgonetas. Volkswagen estrena la Caddy PHEV: carga, descarga y, ahora, recarga
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que la fórmula SUV + diésel era la combinación ganadora e indiscutible. Ahora no es exactamente así... pero a veces hay situaciones que escapan al entendimiento y que conviene volver a experimentar para reafirmarse.
Y la semana que hemos compartido con el Volkswagen Tayron, el nuevo todocamino grande del gigante alemán, nos ha servido para recordar que conducir un diésel aún puede darte grandes satisfacciones. Eso sí, también hay versiones microhíbridas (eTSI) e híbridas enchufables (eHybrid), con etiquetas ECO y CERO para los que prefieran una opción más eficiente por enicma de todo. Tampoco es cuestión de ir en contra del mundo...
Volkswagen Tayron: llámalo Tiguan XL
Que su nombre no te confunda: ocupa el lugar en la gama de los antiguos Tiguan XL y ofrecen, como aquellos, un interior con siete plazas. Eso sí, la tercera fila tiene un al interior que requiere flexibilidad (y eso que la banqueta se desliza hacia delante y abate su respaldo en un único movimiento) y obliga también a adelantar la fila intermedia (que cuenta con un mecanismo deslizante) para que las rodillas de los ocupantes de las plazas 6 y 7 no choquen con el respaldo.
Lo bueno es que, aunque la ocupación total será normalmente circunstancial, lo que tenemos siempre disponible es un súper maletero de 850 litros con cinco plazas (además, con un hueco de formas regulares y detalles como un doble fondo con un hueco específico para guardar con comodidad la bandeja trasera cuando tengamos las siete plazas desplegadas).
El espacio interior viene dado por sus generosas dimensiones. El Volkswagen Tayron, con sus 4,79 metros de longitud, ofrece 26 centímetros más que el último Tiguan. Pero es de esos coches que parece más grande de lo que realmente es, lo cual es perfecto porque le da mucha presencia al coche... pero no es tan complicado de aparcar como pueda parecer.
Cinco pasajeros viajan con comodidad absoluta... bueno, mejor dicho, cuatro. Porque la plaza central, como ocurre en todo lo que no sea un monovolumen, pierde confort tanto de banqueta (más estrecha), como de respaldo (más duro). Aunque es verdad que en este Tayron sigue siendo 'soportable'. Es mejor que nos quedemos con el enorme espacio para las piernas para los pasajeros traseros (recordemos que la banqueta es deslizable) que pueden viajar en clase business si, además, reclinan los respaldos.
En el interior encontramos cosas nuevas. No tanto la pantalla de gran tamaño (12,9 o 15 pulgadas opcionalmente) como, por ejemplo, un mando giratorio en la consola central (llamado Driving Experience Control por Volkswagen) de manejo bastante intuitivo en el que podemos preconfigurar la función que más nos interese para tener un rápido sin perder de vista la carretera buscándolo en los menús de la pantalla principal.
El Tayron peca de eso, de acumular prácticamente todas las funciones en la pantalla, incluida la climatización, y eso no nos gusta. Pero al menos han desaparecido del volante los imprecisos mandos táctiles y han vuelto los botones convencionales, cosa que se agradece. Como también que el accionamiento del cambio se haya llevado a la columna de la dirección y en la consola central ahora tengamos más huecos portaobjetos... y menos es lacados tendentes a ensuciarse.
Y, finalmente, en el Tayron tiene más peso la iluminación ambiental, con una tira de luz que cruza todo el salpicadero por su base, además de los es laterales de las puertas y el de la zona frente al pasajero con motivos iluminados.
Apetece conducir el Volkswagen Tayron
Todo invita, por tanto, al confort... y una vez que el Volkswagen Tayron está en marcha, no se sale ni un milímetro de ese guion. Desde su motor, bastante refinado, a su rodar, súper equilibrado para tratarse de un coche ya de dimensiones (4,8 m.) y peso (casi 1.900 kilos en la versión 2.0 TDI R-Line de siete plazas) considerables.
El motor es el ya conocido 2.0 TDI en su versión màs potente, 193 CV, y asociado al cambio DSG de siete velocidades con tracción total 4Motion. Tiene potencia y par suficientes para mover su masa con solvencia y con unos consumos que, en nuestra prueba, con recorridos variados pero eminentemente urbanos/interurbanos y sin afinar demasiado la conducción hacia la eficiencia, se quedaron en el entorno de los siete litros. Una cifra que se puede bajar en condiciones óptimas y que, sea como fuere, es muy buena para el tipo de coche del que hablamos.
Como decimos, tiene potencia suficiente para afrontar cualquier circunstancia de conducción, aunque en el modo de conducción más eficiente la respuesta del gas y el cambio puede ser algo lenta. Con los modos individualizados o deportivos este efecto negativo desaparece.
Dinámicamente el Tayron en esta configuración es muy convincente. Aunque un SUV tan grande probablemente no despierte el ansia por conducirlo desde un punto de vista purista... es un coche que se disfruta al volante (dentro de lo que es). Para el pasaje es muy cómodo, pero el conductor también recibirá buenos imputs de su manejo, en especial de una dirección y una puesta a punto de suspensiones que transmiten solidez en la pisada.
Precio del Volkswagen Tayron TDI 4Motion R-Line
Llegamos a la parte más 'dolorosa' del análisis: el precio. No tanto porque el Tayron esté muy por encima de su competencia (aquí podríamos incluir al Peugeot 5008, el Hyundai Santa Fe o a sus mellizos Skoda Kodiaq y Seat Tarraco, entre otros), sino porque no podemos evitar pensar todo lo que se podía comprar hace no muchos años por los 56.245 euros que cuesta.
Si el coche te gusta pero el presupuesto no alcanza a tanto, ten en cuenta que el Tayron R-Line de 193 CV es el tope de una gama que arranca en cifras más ajustadas, como son los 46.865 euros de la versión diésel de (con 150 caballos, eso sí) o los 44.785 del Tayron más barato (con motor eTSi de gasolina con 150 CV).
Eso sí, el Tayron R-Line te aportará, además, una estética con un matiz deportivo muy interesante (no recargado, pero que se deja notar) gracias, por ejemplo, a las llantas de 19" en negro o, en el interior, los asientos deportivos tipo bucket que, además, resultan comodísimos.
Completan su dotación los faros Matrix LED HD (que ellos mismos se encargan de ajustar la intensidad de la luz para no deslumbrar al tráfico que viene de frente, incluso con luces largas), la mcámara de visión periférica 360º muy útil para aparcar o en campo, el navegador, un climatizador de tres zonas y una larga lista de asistentes a la conducción (ya sabes que ahora muchos de ellos son obligatorios por ley europea).