Iván Romeo, joven talento español del Movistar Team, conquistó este lunes el maillot arcoíris de contrarreloj sub23 en Zúrich gracias a una actuación magistral que le permitió imponerse con 32" de ventaja sobre Soderqvist, otro de los favoritos en la disciplina.
Romeó, con su gesta, entró de lleno en la historia del ciclismo español gracias a una contrarreloj portentosa en la ciudad de Zúrich, sede del Mundial de carretera 2024, que le llevó hasta el maillot arcoíris. El ciclista vallisoletano entró en el selecto club de corredores nacionales que se han proclamado campeones del mundo en la especialidad de carretera y se convierte así en el segundo español en conquistar el título contrarreloj sub23 tras José Iván Gutiérrez, que lo logró en 1999.
Un sueño hecho realidad cuya trascendencia quedaba reflejada en las lágrimas de emoción que brotaban de los ojos de un Romeo que cimentó su triunfo en un tercer y último parcial estratosférico. El corredor de la Selección Española acabó con las esperanzas de sus principales adversarios en los últimos kilómetros, a los que llegó mucho más fresco que sus rivales gracias a una gestión brillante de su esfuerzo.
"Era un objetivo que tenía. Me vine con mi padre -que se cogió vacaciones- hace 10 días para prepararlo todo bien y, ahora, parece que todo ese esfuerzo ha merecido la pena. Esto es un sueño y una locura. Haberlo hecho así ha sido algo tremendo. Cuando me he puesto en la silla caliente él ha estado en la sala, se coló donde no debía (risas), y ha sido algo tremendo para todos. Algo muy emocionante. A mi familia siempre le ha gustado mucho el deporte, mi hermano también es ciclista", decía a MARCA un corredor que había trabajado con mimo este objetivo.
"La preparación había sido perfecto, eso sí lo sabía. Venía encontrándome mejor que nunca en los entrenamientos. Mi objetivo era este. Me pongo objetivos muy ambiciosos. Sé que mucha gente no lo sabía, pero yo contaba con que podía ganar si hacía una de mis mejores cronos y he hecho la mejor. Ha sido una sorpresa para muchos, pero para mí no tanto porque sabía que podía estar ahí. Estoy muy contento. Es el día más feliz de mi vida", apuntaba desde el otro lado del teléfono camino del hotel donde se concentra España y donde, tras la cena, brindaron por todo lo alto.
Pero, durante la crono, le tocó pasarlo mal hasta el último suspiro. "Cuando vas tan bien no sufres tanto. Es un sufrimiento como satisfactorio. Luego, cuando estás sentado, vas viendo pasar a la gente. Ahí casi se sufre más que compitiendo porque no sabes qué va a pasar. Yo quería hacer una crono muy clara, que me podía dar las medallas y así salió. Lo celebré al entrar un poco para mí mismo. Al saber que había dado todo, ya estaba contento. Intenté guardarme para el final y apreté al máximo en los últimos 10 kilómetros", apunta un corredor al que este resultado podría cambiarle la carrera.
Mirando al futuro
"No sé dónde me va a llevar. Sigo siendo el mismo que hace unas horas. Llevamos un equipazo para la ruta, hay que asimilar esto y luego pensarlo. Esperamos poder hacer un buen resultado. Mirando al futuro, a mí la contrarreloj es un mundo que me encanta y donde voy a estar muy centrado. Lo voy a seguir trabajando. He ganado en categoría sub 23, pero de aquí a la máxima categoría hay un salto muy grande. Soy joven, tengo mucho que mejorar para poder ganar arriba a los Remco Evenepoel de turno, que es un corredor histórico y empezó hace no tanto, pero tengo ese sueño ahí y quizá un día pueda llegar.
Este éxito llega tras un discreto resultado en los Mundiales del año pasado, que de alguna manera le han servido para sacar lo mejor que lleva dentro: "El resultado del año pasado me decepcionó, no salió, pero me dio motivación para volver. El ciclismo es así. Lo que cuenta es tener ganas de volver a hacer lo que tienes en el plan. Hay que seguir confiando. Hay que seguir. Hoy ha sido el día bueno, pero habrá muchos diferentes".
Romeo, como él mismo se definió en este periódico hace unos meses, es una 'rara avis' del pelotón español debido a su gran despliegue con la 'cabra'. "Siempre se me ha dado bien. Siempre he soñado con estas cosas. Al final es un poco por cómo somos en este país, las ideas que tenemos de las grandes vueltas. Es complicado que salgan contrarrelojistas, pero yo siempre tuve claro que quería ser campeón en contrarreloj. Parece un poco una utopía porque aquí en España, aunque ha habido gente como Olano, Indurain o Iván Gutiérrez (entre otros), no hemos tenido tradición y de eso hace muchos años. Saber que el trabajo que llevo haciendo tantos años ha dado resultado es algo que me da mucha satisfacción enorme", concluye motivado otro de los 'pingüinos' del Movistar Team que "aún no he renovado, pero que pronto puede quedar todo cerrado con el equipo". Los navarros no deben dejarle escapar.
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