Los expertos en vanidad deportiva los han tenido crudo con David Beckham estos tres ultimos aos. Sin acabar de hablar espaol a pesar del tiempo trnscurrido, Beckham ha aprovechado cada resquicio del calendario para irse a Pnjamo a proseguir su otra vida profesional, la de los anuncios y situaciones extradeportivas, marketing lo llaman, eso s, sin faltar ni un milimetro a sus obligaciones futbolisticas. En el tiempo en el Real Madrid, Beckham no ha ganado nada. Ningun titulo. Cero. Cuando ha hablado con la prensa, en Espanglish, ha sido porque tenia algo que promocionar, y no porque tuviese algo que decir.

Futbolisticamente, la liga estadounidense es su destino, como lo fue el de tantos otros jugadores en declive. Incluso han tenido que crear una ley especial para itirle. Alli tiene su futuro.

Aqui, los masajistas de egos de celebridades se van alineando para defender lo indefendible y los vamos a ir conociendo en los proximos dias.

Ramon Calderon, a un mes de ese juicio potencialmente peligroso, tiene que decidir si su modelo es el de los chavlaes de 20( Gago, Higuain, De la Red, Adrian)o los oligarcas de treintaytantos.

En Manchester, David Beckham se pasaba la vidaen la autopista, tres horas a Londres. Me lo dijol. Aqui no sabemos ni siquiera si ha estado. Y eso que se ha dejado la piel.