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El mito de la taza de chocolate caliente. Especialmente en esta época del año en que el frío es más intenso. Coincide entre los meses de enero y febrero. Los termómetros se desploman, hay heladas, el cuerpo se resiente... pero siempre hay una solución. Y algo que caliente el organismo es una buena taza de cacao.
Ahora bien, no es una bebida itida como saludable. Porque hay una creencia de que dicho producto no es bueno. Por las calorías que puedan tener. Pero la realidad es distinta. Porque el chocolate caliente proporciona ciertos beneficios en el organismo. Hay una serie de ellos.
Uno es el efecto protector en cuanTo al cardio. Sus propiedades antioxidantes ayudan a la capacidad cognitiva y a la memoria. Mejora nuestra capacidad para la resolución de conflictos, la atención y el aprendizaje.
El chocolate tiene efectos muy directos en la reducción del estrés. Además, permite fortalecer el corazón. Reduce el colesterol malo en la sangre y la presión arterial.
Pero no se queda ahí. No. Sirve para activar la circulación sanguínea y disminuye la inflamación. Además, puede ayudar a combatir la diabetes, porque aumenta la sensibilidad a la insulina. Y, para acabar, deja una sensación de estar lleno.
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