Pasó lo que tenía que pasar cuando se miden dos equipos en situaciones extremas. Los Thunder, completísimos y en plenitud, les dieron una paliza de campeonato a los Nuggets, cortos y destrozados físicamente. Lo extraño es que se llegara al séptimo partido en esta serie. Eso habla bien de Denver, que sobrevivió hasta donde le aguantaron las fuerzas. Fue hasta el tramo final del segundo cuarto (42-41). Después sólo existió el conjunto local, que acabó ganando por 125-93 y metiéndose en la final del Oeste. La primera que disputará desde 2016.
Es donde se esperaba a los Thunder, el mejor y más amplio equipo de la NBA, el líder de la temporada regular después de apilar 68 victorias y los máximos aspirantes al anillo. Con los Celtics ya eliminados, no hay discusión sobre ello. Por una plaza en la gran final, Oklahoma se las verá con los Timberwolves, que llevaban tiempo esperando rival. Un enfrentamiento durísimo y de tremenda exuberancia física.
Tiene pinta de que el triunfo tendrá premio para Shai Gilgeous-Alexander. El base anotó 35 puntos y en los próximos días debería recibir el MVP. Cuenta sólo la temporada regular, pero extraña que la NBA haya retrasado más que otros cursos la entrega del galardón. Si no estaba esperando al desenlace de la serie, lo parecía. Nikola Jokic, el otro aspirante, se quedó en 20 puntos, aunque nueve de ellos llegaron desde el tiro libre. Como a muchos de sus compañeros, sobre todo a Jamal Murray, se le notó la acumulación de minutos durante los playoffs.
La heroica de Aaron Gordon
A los Nuggets no les salvó ni la heroica, representada por Michael Porter Jr., arrastrando problemas en el hombro desde hace mucho tiempo, y, sobre todo, por Aaron Gordon. Le diagnosticaron una distensión en el tendón de la corva de la pierna izquierda y le dieron un mes de baja, pero fue titular. Pese a todo, hizo ocho puntos y 11 rebotes. Un esfuerzo titánico, pero estéril. En su equipo, sólo Christian Braun (19 puntos) pareció no estar al límite del colapso.
Encima, toparon contra una fuerza de la naturaleza, unos Thunder que mostraron su versión de la temporada regular. En sus mejores días, son un mar de músculos y brazos que absorbe a sus enemigos. A un equipo no le respondían las piernas ni la cabeza, el otro estaba en éxtasis. De ahí que los Nuggets perdieran 23 balones y los Nuggets metieran 27 puntos tras aprovecharlas y 37 a la contra. El encuentro, bien podría explicarse desde ahí.
Denver sólo fue mejor al inicio, aprovechando su experiencia en séptimos partidos para plantarse antes en la pista. Braun anotaba y defendía a Shai y a los Thunder les temblaba la mano desde el triple, fallando los seis primeros. Por 11 se fueron los Nuggets en el primer periodo (10-21), pero el fondo de armario de los locales, con Alex Caruso, Cason Wallace y Andrew Wiggins, modificó el panorama poniendo un marcha más en cuanto a intensidad.
Dos parciales demoledores
Entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo, un parcial de 13-0 hizo que el viento cambiara de dirección. Jokic se había sentado y su equipo se había desorientado. A su regreso, recuperó la brújula para poder llegar al 42-41. Después tomó el camino equivocado, uno lleno de triples fallados por mucho y pérdidas de balón, que le llevó al borde del precipicio. Jalen Williams anotó 11 de sus 24 puntos en el parcial de 16-3 que cerró el segundo cuarto (60-46). Los Nuggets extraviaban balones y él volaba.
Tras el paso por los vestuarios, sólo salió un equipo al parqué. Los Thunder arrancaron con un parcial de 9-0 que hizo que su rival se despeñara definitivamente. Pronto la renta se extendió hasta los 23 (81-58). Los Nuggets eran la impotencia personificada, llegando un segundo tarde a todo, sin precisión en el tiro ni en los pases.
Enfrente, un conjunto voraz que no hizo prisioneros en su búsqueda de la final del Oeste. Llegó a ganar por 43 convirtiendo el Paycom Center en una fiesta durante casi toda la segunda parte. Con 106-74 en el marcador, los Nuggets sentaron a Jokic a falta de 9:36 para el final. Clara señal de rendición, aunque lo podían haber hecho mucho antes. Los Thunder les habían triturado. No fallaron en el día clave son los grandes favorito al anillo, aunque en estos playoffs las apuestas suelen saltar por los aires.
Comentarios