En la última emisión de ‘Fuera de cobertura’, el espacio televisivo de Cuatro desveló más detalles acerca de ‘La Luz del Mundo’, una secta que actuó en México y Estados Unidos en una historia en la que esclavitud, abusos sexuales y otros delitos se unen en un sistema explotación que duró décadas.
Por primera vez en televisión, el programa de Mediaset emitió imágenes desde el interior de Hermosa Provincia, el corazón de esta secta: “Investigadores y periodistas mexicanos nos advirtieron del peligro de acceder con cámaras por los supuestos vínculos de la organización con los cárteles del narcotráfico, pero conseguimos entrar. El fanatismo que hemos visto dentro de ese lugar es una locura”.
La periodista Alejandra Andrade ha sido la encargada de preparar este reportaje, que ha contado con el testimonio de Moisés, un mexicano que tuvo que abandonar su país para lograr mantenerse con vida. Este hombre nació dentro de ‘La Luz del Mundo’, pero tomó la decisión de salir de una secta que define como “peligrosa” y en la que el denominador común de todos los que consiguen salir de este particular infierno es “el miedo”.
Con solo 16 años, Moisés sufrió abusos sexuales del líder de la secta, Samuel Joaquín Flores. Un asunto que denunció públicamente, por lo que intentaron callarlo: “Me ofrece cuatro millones de dólares para que me calle. Le dije que no”. El siguiente paso fue intentar acabar con su vida.
Moisés, exmiembro de la secta: “Ellos pensaron que yo ya estaba muerto”
“Esa misma noche, cuando voy a la tienda, resulta que siento algo, como un tubo. Era una metralleta. Y en el otro lado una pistola. Me dicen que no me mueva. Me esposaron, me llevaron fuera de la ciudad y ahí es donde empiezan a torturarme. Una persona trae un picahielo y otra un cuchillo. Me dieron 68 veces. De las costillas una fue luxada, un pulmón fue penetrado. Ellos pensaron que yo ya estaba muerto”, aseguró para el programa de Cuatro.
Su recuperación de ese intento de asesinato fue muy dura, hasta el punto de ser “desesperante”. “En ese tiempo intentamos denunciar, pero fue imposible. Mi papá fue juez, tenía muchas amistades y ni con esas pudimos simplemente levantar una carpeta de investigación”, añadió.
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