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El Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria(Gipuzkoa) acaba de inaugurar Balenciaga. Las sutilezas de un dialogo. Una exposición que podrá verse hasta el 11 de enero de 2026 y que se presenta no como una retrospectiva ni como una oda a la nostalgia
Entre las razones que encontramos para recomendar esta muestra, la primera de la firma en un entorno museístico, es su definición como un ejercicio de escucha entre dos visiones creativas separadas por décadas pero unidas por un mismo impulso. Hablamos del trabajo de Cristóbal Balenciaga y de Demna, el último director creativo de la firma que lleva el nombre del diseñador vasco.
En Las sutilezas de un diálogo encontramos 31 piezas (15 del creador español y 16 del georgiano) que se presentan con una puesta en escena sobria pero meticulosa pensada para mostrar detalles, formas y gestos que a menudo podrían pasar desapercibidos. De esta forma, la exposición que llega a Getaria cuenta con ventanas que focalizan el ojo del visitante tomando como referencias patrones, pliegues, lazos y siluetas.
El recorrido de esta muestra, que llega tras su paso por la sede de Kering, en el hospital Laennec de París, se articula a través de seis conceptos clave en la firma Balenciaga: el cuello como escultura, la manga como obsesión técnica, la cintura como símbolo cultural, el negro como declaración estética y los diálogos entre tiempos como hilo conductor.
Prueba del diálogo que revela esta exposición es el carácter de Cristóbal Balenciaga para concebir la confección como algo casi religioso, donde la precisión del corte y la pureza de la silueta era la mejor manera de respetar a una prenda. En cambio, Demna apuesta por la irreverencia, el exceso y la provocación. Eso sí, sin romper con el legado del maestro.
En esta exposición, las prendas están tratadas como artefactos, como estructuras habitables que invitan al espectador a observarlas como si se tratara de esculturas, deteniéndose en los pliegues, siguiendo las líneas y buscando la lógica del volumen.
Las obras son un perfecto ejemplo del amplio archivo de Balenciaga, incluyendo desde los primeros trabajos hasta las colecciones de Prêt-à-porter más recientes y alta costura. En este particular viaje de Getaria a Tiflis, el nexo común es la concepción de ambos creadores por pensar la moda como un discurso cultural, como exploración estética y crítica social. Como curiosidad, con la presencia simbólica de una sola obra de la colección del museo.