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Dicen que en Netflix ya podemos disfrutar de la serie del año. Cuatro episodios que le vienen al pelo a esta selección española. La serie es "Adolescencia", y lo importante de ella no es el "qué" (que tiene mucha plancha), sino el "cómo". Son cuatro horas divididas en cuatro capítulos, rodadas en plano secuencia, que para aquellos que no entienden mucho de cine, y para resumirlo mucho, significa que están grabadas de una sola vez, con una cámara y sin margen de error.
Es la máxima presión en tu trabajo, saber que, tras 43 minutos de grabación, si fallas en el minuto 44, echas al traste todo el trabajo de horas y horas. Más alucinante aún es saber que el protagonista de la serie es solo un niño llamado Owen Cooper, con un personaje complicadísimo sobre el que recae toda la presión de la grabación. Eso es talento.
Ayer, Nico fue el mejor, pero la última toma falló. Pecados de juventud, se le fue la boca diciendo lo que pensaba pero sin pensar en como le sentaría a sus rivales. Algo así pasó en el partido. Se nos calentó la boca, caminamos muchos minutos y nos vimos tan superiores, que casi palmamos. Pues eso… sin red en Mestalla. Juventud sin locura es como tortilla sin sal pero como en todo, en su justa medida. Por qué, adolescentes, andando no se gana a nadie.
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