- Champions League. Dembélé se venga del Liverpool seis años después... con un penalti insólito: "Es algo excepcional"
Qué gran noche de Copa de Europa vivimos ayer. Lo que en principio sólo era una eliminatoria de octavos se tornó rápidamente en una semifinal tan adelantada como tramposa, pues al final uno iba a quedar apeado a las primeras de cambio y el otro simplemente se iba a clasificar para cuartos. Pero el nivel… El nivel fue de una semifinal. La tensión, la emoción, la competitividad. Todo.
Se medían dos de los ¿tres? ¿cuatro? mejores equipos del mundo en este momento y lo hacían además mirándose a la cara, sin ambages ni precauciones. Su naturaleza es defender atacando y atacar defendiendo. Los dos querían recuperar pronto, querían subirle las revoluciones al partido y llegar cuanto antes mejor a la portería contraria.
El arranque de partido fue extenuante. Por aquellas cosas que tiene el fútbol, el PSG se vengó del Liverpool marcando en el momento en el que el equipo de Slot estaba siendo más superior. Luego el partido se igualaría, con tramos para ambos y un par de actuaciones que explican esa narrativa tan propia que tiene la Champions League.
La Copa de Europa es cruel. Si no estás bien, si no confías, si no crees en ti, estás muerto y enterrado. No te va a dar una tregua. Que Darwin Núñez iba a fallar el penalti lo sabíamos todos desde casa, pero lo que es peor es que sobre todo lo sabía él. Fue la guinda a una actuación tétrica que ahogó a un Liverpool que no encontró respiro en su banquillo.
el Barça entra en perfectas condiciones a ese momento de la Champions donde ya no se juega para no perder, sino para ganarla
Sin embargo, el uruguayo tiene en su verdugo el mejor consuelo posible de cara al futuro. Porque sí, la Copa de Europa es cruel, está claro, pero también concede segundas oportunidades. Ayer Gigi Donnarumma completó una actuación que jamás había tenido en la Champions, dándole al PSG una victoria que en forma y fondo jamás había conseguido en la Champions.
Lo que otrora fue su cruz, la portería en la Champions, ayer fue su salvación en muchas fases del partido donde por empuje el Liverpool parecía cerca del gol. Es en estas situaciones cuando el París Saint-Germain de forma tradicional coge una pistola y decide vaciarse el cargador contra sus propios pies. Pero esta vez fue diferente. Porque esta vez el PSG es diferente.
Y así cayó el ganador de la fase de liguilla de esta nueva Champions League. Así cayó uno de los grandes favoritos. Como siempre digo, en otoño e invierno la Copa de Europa sólo se puede perder, cuando hay que ganarla es en primavera. Y ahí el Liverpool no ha podido llegar. Quién si que lo ha hecho es el que ya es para mí el principal favorito para ganarla.
El Fútbol Club Barcelona saldó su partido de forma tan rutinaria y funcionarial como brillante. No necesitó sudar y, sin embargo, convenció. Da la sensación de que nadie cree más en su idea y de que nadie está más enamorado de ella que los jugadores del Barça, lo cual es cierto que puede tener algún matiz negativo que, eso, sí, todavía no hemos visto en Europa.
Llegar a este punto como principal favorito puede servir de tanto como, ya veis, le ha servido al Liverpool. Ganar una Champions es complicadísimo. Pero lo cierto es que el Barça entra en perfectas condiciones a ese momento de la Champions donde ya no se juega para no perder, sino para ganarla. Y esto es algo que ni Manchester City, ni Liverpool ni tampoco uno de los dos equipos madrileños podrá hacer.
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