- Radio. Nacho Peña da favorito al Atleti: "Sale muy reforzado y con la vuelta en el Metropolitano..."
- Radio. David Sánchez lo tiene claro: "Barça y Atlético son dos de los mejores equipos de Europa"
Tanto mirar el reloj durante todo el año y el día menos indicado la alarma no sonó. Hansi Flick seguro que esta mañana con el partido más reposado y repasado decide pagar una multa, no económica y sí de conciencia horaria, por la mala noche que le tocó protagonizar y padecer ante un Atlético de Madrid que llegó a Montjuic en avión como anunció el Cholo, que tuvo que desembarcar de emergencia ante las turbulencias generadas por el vendaval de juego azulgrana y que acabó subiéndose al cohete de Jesús Calleja para acabar un partido vibrante, que recordaremos con el paso de los años y que significó un auténtico regalo para los espectadores.
Un empate a cuatro goles y a muchas cosas más. Por ejemplo, si el Barça pone a Lamine, el Atlético pone a Julián. Nada que desmerecer. Si el Barça pone a Pedri, el Atleti pone a su banquillo. Si el Barça pone un juego vertiginoso y de presión alta, el Atleti pone unas piernas y una fe inquebrantables. En ese sentido conviene destacar, de nuevo, el trabajo tan eficaz como discreto de Luis Piñedo, el preparador físico del equipo rojiblanco que sin despliegue de conos y cuestas consigue lo que pocos: que los partidos duren 90 minutos.
Hubo un momento en el que, efectivamente, parecía que el partido y la eliminatoria iban a durar bastante menos. Del 0-2 al 3-2 en un pis pas, Trujillo Suárez en el VAR mediante al que el bloqueo/abrazo de Cubarsí a Llorente en gol de Íñigo Martínez le pilló haciendo cuentas con la condonación de deuda autonómica del gobierno.
Luego llegó el descanso, la intervención de los entrenadores, los cambios inexplicables en el Barça, la subida de nivel de Yamal, mejor defendido por Galán con tarjeta que por Reinildo con piernas frescas, la pésima gestión de Flick, que dijo acabar el partido decepcionado y la bala ganadora de Sorloth en esa ruleta rusa propuesta por ambos equipos de forma involuntaria en la que el Atlético volvió a repetir la historia escrita en el último partido de 2024 cuando en la agonía del partido el propio noruego arrebató un empate al líder de la liga.
Un partido tremendamente divertido y raro. Simeone supo darle cuerda a su reloj. Hansi Flick, en cambio, llegó tarde y se marchó demasiado pronto. En la vuelta La Cartuja exigirá puntualidad suiza.
Comentarios