Flick y Simeone el día D a la hora H

Si algo han demostrado tanto Fútbol Club Barcelona como Atlético de Madrid es que son dos equipos capaces de crecerse y subir su nivel cuando la situación se complica. El Barça de Flick ha goleado dos veces al Real Madrid, una al Bayern Munich, ha ganado dos veces al Athletic Club y también ha superado a Benfica o Borussia Dortmund fuera de casa.

De los partidos grandes, marcados en rojo de verdad, sólo cayó ante el Atlético de Madrid, y lo hizo tras completar uno de sus mejores partidos de la temporada. Cosas que tiene el fútbol. Cosas que tiene el Atleti del Cholo. Sólo hay que pensar en que lo que hizo en Montjuic, el Atleti ya lo había hecho antes en París y también lo haría después frente al Bayer Leverkusen en el Metropolitano.

Tres victorias que, sumadas a los dos empates ante el Real Madrid, cargan de razones a Simeone para plantear los partidos grandes cómo todos sabemos que va a plantearlo hoy. Equipo replegado, muy juntito, sin meter el pie ni arriesgar lo más mínimo, consciente de que mientras vaya manteniendo la portería a cero va consiguiendo desesperar a un rival que comienza a abrir puertas por las que luego se pueden colar Griezmann, Julián Álvarez… O Correa y Sorloth desde el banquillo.

A mí me parece que el Atleti vive demasiado atrás para lo que necesita Griezmann en estos partidos y que sin Jan Oblak, por muy buen portero que sea Musso, le va a ser más complicado hacer largo el partido, pero también es cierto que el Barcelona es un equipo que prefiere que le busquen a que le esperen. Esto no significa que por esperarle le vayas a atascar, porque Pedri está a un nivel escandaloso.

Lo que significa es que al Barça le cuesta más crear ventajas cuando se instala en 3/4 de campo para poner a correr a los de arriba con un pase de Cubarsí, un cambio de orientación de Íñigo Martínez o una finta y una conducción del propio Pedri. Sea como fuere, si algo tiene el Barça de Flick en estos partidos grandes es que es capaz de transmitir la sensación de estar corriendo todo el rato por mucho que el equipo rival no deje espacios. Es muy evidente cómo sube el ritmo y la energía en la circulación, en la presión y en el juego en general.

A este Barça le podrá costar más el día a día, pero esta temporada ha demostrado que tiene un cambio de velocidad extra que viene aplicando cada vez que la carretera se empina. Por tanto, hoy se miden dos equipos muy diferentes en forma y fondo, pero que tienen en común su capacidad para aumentar su nivel competitivo cuando el rival así lo requiere. 

Hoy el Barça se lo va a exigir al Atleti. Y el Atleti al Barça. El partido pinta precioso, pero no nos olvidemos de que, salvo que veamos una goleada, ésta es tan solo la primera parte de un encuentro que acaba el 2 de abril.