Hace tiempo que la halterófila paralímpica Loida Zabala contó en su perfil de Instagram que había hecho su testamento. Poco después aclaró en otro vídeo, que no se había agravado su estado de salud y que su intención es llegar a los Juegos de Los Ángeles 2028 (es su sueño), pero desde que le detectaron un cáncer crónico hace un año y ocho meses, la extremeña prefiere ir dejando todo atado para cuando llegue el momento. Sea cuando sea. No significa que vaya a ser en breve, simplemente quiere estar tranquila sabiendo que están claras sus últimas voluntades. Y mientras sigue entrenando a tope. De hecho, acaba de levantar 102 kilos.
Este sábado ha desgranado su testamento vital a través, de nuevo, de un vídeo en sus redes sociales. “En mi estado final, no quiero que se me apliquen medidas desproporcionadas para mantenerme con vida, ya sea soporte asistido, fármacos o que me hagan pruebas si se sabe que ese estado de salud no va a mejorar. Eso no haría que yo fuera feliz y, sobre todo, la familia lo pasaría muy mal. Aunque ellos quieren que viva el máximo de tiempo posible, pues en ese estado no quiero que sufran por mí. Por supuesto, sí que quiero que intervengan para aliviar mi dolor tanto físico como psíquico si ya es ese estado final, y aunque me vean en esas circunstancias no les voy a quitar el derecho a que me vean en mis últimos momentos. Si estoy en mi estado final, por supuesto acepto la eutanasia para no alargarlo más", explica.
“En mi estado final, no quiero que se me apliquen medidas desproporcionadas para mantenerme con vida y por supuesto acepto la eutanasia para no alargarlo más
También tiene muy claro lo que quiere que se haga con sus órganos y su cuerpo. "Mi familia no se tiene que preocupar de nada. Los órganos serán donados a personas vivas que lo puedan necesitar. En segundo plano, los órganos y el cuerpo irían a investigación directamente para que puedan estudiar sobre la discapacidad y el cáncer. Y en último lugar, lo que sobrase, los órganos y cuerpo irían a estudiantes que estén aprendiendo", añade.
La fuerza de Zabala
Desde que en octubre de 2023 le diagnosticaron cáncer crónico de pulmón con metástasis en cerebro, hígado y riñón, los tratamientos fueron mermando su fuerza física, nunca su afán de superación. Tuvo que estar parada al inicio, pero en cuento su oncóloga del Hospital Ramón y Cajal le dio el visto bueno, volvió a los entrenamientos.
Empezó levantando 'sólo' 40 kilos. Compitió en sus quintos Juegos en París, tras lograr diplomas en Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020, y en febrero de este año ganó su vigésimo título nacional de halterofilia levantando ¡100 kilos! y estableciendo un nuevo récord de España.
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