- Entrevista. Olatz Rivera: "Cuando cometo un error lo siento mucho porque no me gusta fallar en mi trabajo"
Olatz Rivera (Bilbao, 1996) siempre soñó con dedicar su vida al fútbol, aunque nunca pensó que lo haría siendo árbitra. Es su día probó suerte como jugadora en el Itugarpe, el Bizkerre y el Arratia, donde la solían colocar de interior y acumulaba kilómetros en sus piernas recorriendo la banda de arriba a abajo. El día que decidió colgarse el silbato al cuello se prometió tomarse el fútbol tan en serio como árbitra como lo había hecho hasta entonces y, visto lo visto, cumplió con su palabra. "A veces aún pienso qué hubiera sido de mí si hubiera seguido jugando al fútbol...", masculla.
Comenzó en el fútbol base y fue quemando etapas a gran velocidad. En 2017 ascendió a la Primera división del mal llamado fútbol femenino y en 2022 debutó como árbitra internacional. Actualmente compagina los partidos de Liga F con los de Primera RFEF masculina y las ventanas internacionales. "Me gusta viajar, pero a veces pillas una racha que no te da tiempo ni a cambiar la maleta", apunta entre risas.
Durante un tiempo llegó a combinar el arbitraje con la docencia en Zaragoza, donde reside -aunque sigue colegiada en el País Vasco-, pero desde hace dos temporadas se dedica en cuerpo y alma al fútbol. No es casualidad que ambos cursos haya sido elegida la mejor de su promoción (y tres veces en total).
Humilde, trabajadora, dialogante, buena compañera y autoexigente, Olatz dirigió el curso pasado 11 partidos de Liga F en los que mostró 30 tarjetas amarillas (2,72 por encuentro) y dos rojas.
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