- Abatido. Marc Márquez: "Necesito rehacerme"
- Puig da la cara. Honda: "Llevamos años de retraso"
No hay manera de que Marc Márquez levante cabeza. Si cuando promete tomarse las cosas con calma tiene un día tranquilo. En Assen, después de las cinco caídas de Sachsenring, prometía que apenas forzaría. Su físico así lo aconsejaba, con el pulgar izquierdo fracturado, el tobillo derecho inflamado y, sobre todo, una costilla fracturada en el pectoral.
Rodó 'despacio' y en el sprint acabó 17º tras salir el 17º, su peor resultado en una cita en MotoGP. No quedará en las estadísticas porque no se cuentan las del sábado. Pero lo peor estaba por llegar. Pasó una noche horrible, no durmió porque la fractura se le desplazó y le costaba hasta respirar.
Él mismo fue a los médicos y los dijo que no quería correr. El doctor Charte dijo que no era apto. Lo bueno es que no requiere cirugía y sólo reposo.
>>>TODOS EL MUNDIAL DE MOTOGP , AQUÍ!
El caso es que desde su lesión en el brazo derecho, en Jerez 2020, se ha perdido 32 de las 62 carreras posibles, el 51,61 por ciento. En 2023 ha faltado a cinco de las ocho.
El leridano estaba hundido, roto, también mentalmente. "Ahora toca rehacerme, reflexionar. Debo cambiar mi modo de afrontar las carreras porque no estamos para ganar, el proyecto no está para pelear en cabeza, ni para estar en el 'top 10'. No puedes luchar contra el mundo, aunque soy un luchador", itía tras reiterar que es "el peor momento de mi carrera" salvo la lesión del húmero.
Por supuesto, volverán los rumores sobre un adiós a Honda, dado el paupérrimo nivel de su montura. Él 'torea'. "Volveré con el mismo compromiso de siempre. Ahora estoy en un momento muy bajo y no puedo pensar en eso", esquivaba.
Recados de Puig a los japoneses
Alberto Puig, el director de Honda, dio la cara para lanzar mensajes a los japoneses. "Estamos en la mierda", soltó gráficamente. "Llevamos años de retraso, esto no se arregla de la noche a la mañana", certificó. Puso el foco en la difícil comunicación con la fábrica. "Japón está muy lejos... no es fácil que la información llegue correctamente", avisó. Y sobre el futuro de Marc fue comprensivo: "Honda no es una marca que quiera tener a alguien que no es feliz". Ay, ay, ay.