Álex Palou ya cuenta los días para iniciar la defensa de su título de la IndyCar, que arrancará el próximo 2 de marzo en St. Petersburg (Florida) y en la que aspira a un hito que no se ha logrado en casi tres lustros: encadenar tres títulos consecutivos (si lo logra sumaría su cuarta corona). Para lo cual apenas ha contado con una sesión de test de dos días, el lunes y el martes, en el circuito de Sebring –que, por cierto, no es escenario de ninguna carrera del campeonato–.
Esos dos días de pruebas terminaron con el español en la séptima posición de la tabla de tiempos combinada que lideraron dos hombres del equipo Penske, el australiano Will Power y el estadounidense Josef Newgarden, ambos indiscutibles candidatos a suceder al español y ambos marcando sus tiempos de referencia en la sesión matutina del martes, con la pista más fría en la que Palou no rodó (la mañana del martes los pilotos se dividieron en dos grupos, y al catalán le tocó el segundo, con el trazado ya más caliente y peores condiciones. De hecho, su mejor tiempo lo marcó en la primera sesión del lunes).
El español (que completó 183 vueltas sin aparentes problemas) fue el mejor coche de Chip Ganassi Racing, equipo que este año ha reducido su plantel a únicamente tres coches (aunque mantiene una colaboración técnica con Meyer Shank). Precisamente uno de sus antiguos compañeros, Marcus Armstrong, marcó el cuarto mejor crono… pero no con el Ganassi, sino sustiyendo a Félix Rosenqvist –enfermo– al volante del Meyer Shank #60-.
Diferentes condiciones
El joven kiwi terminó una posición detrás del mexicano Pato O’Ward (McLaren) y por delante de Colton Herta (Andretti) y Nolan Siegel (McLaren), los que antecedieron al español. Entre el crono de Palou y el de referencia de Power apenas hubo dos décimas de diferencia… y no más de ocho entre los 27 monoplazas que rodaron en la peculiar pista de Florida.
De los favoritos, al que peor le fueron las cosas fue a Scott Dixon, que sufrió un problema técnico en su Ganassi en la primera jornada y apenas pudo sumar 60 vueltas entre los dos días.
La siguiente ocasión en la que rueden los monoplazas será ya en el arranque de la temporada 2025 de la IndyCar, que como es tradicional tendrá lugar en el urbano de St. Petersburg. Precisamente estos últimos test en Sebring han servido para que los equipos prueben las configuraciones del set up para pistas callejeras.
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