Sainz, con deberes y lo "típico de Mónaco" que le mete en problemas

Si algo hace especial a Mónaco, junto a todo lo especial que tiene el correr entre muros, a todo lo que da un coche y en uno de los lugares más exclusivos del planeta, es la complejidad de cada sesión. Todas representan un peligro, un lío. Y todas dicen mucho de cara al fin de semana. En ese 'mare magnum' de sensaciones, Carlos Sainz no salió del todo contento. Fue el 13º del segundo libre (a 0.796 del mejor tiempo de Leclerc), cayó algo desde el 7º de la matinal y se pone deberes para volver al comando de una zona media donde surgió Fernando Alonso y los dos Racing Bulls de Lawson y Hadjar.

"En el primer libre el coche no me daba mucha confianza, pero sin duda era muy rápido. En la FP2 probamos cosas para mejorar un poco la puesta a punto y dar confianza, pero no funcionaron. Me hizo perder confianza y también lo positivo del primer libre", relató Sainz. Eran malas noticias tras su buen estreno. "Al principio me sentí rápido en los tiempos de vuelta", añadió.

La tarea está clara: ajustar, estar a tono y conseguir ese margen de confianza tan importante en la ratonera de Mónaco. "Debemos mirar si podemos volver atrás y probar cosas que funcionen en el coche de la FP1 para encontrar velocidad", explicó. Y se suma el tráfico, claro. "No es fácil cuando todos hacemos una vuelta, es difícil hacerla con 20 coches", apuntó.

Tratamos de hacer vueltas limpias mientras corremos en tiempos diferentes de los demás. Pero cuando hay 15 o 18 coches, es una pesadilla. Típico de Mónaco

Carlos Sainz

El tráfico es una preocupación. Y propone alguna idea rompedora. "Espero que algún día hagamos aquí una clasificación en grupo, porque simplificaría y haría la vida más fácil", expresó. Eso todavía no llegará y tendrá que navegar entre coches. "Tratamos de hacer vueltas limpias mientras corremos en tiempos diferentes de los demás. Pero cuando hay 15 o 18 coches, es una pesadilla. Típico de Mónaco", contó.

Necesitará un paso más para construir. Pasa por un coche más noble con el que atacar, tratando de alcanzar un tiempo óptimo. "Tenemos trabajo, pero confío en encontrar el equilibro y lograr una buena preparación para la calificación", cerró.