Era la mejor entrada de la temporada, pero duró poco. Los 46.806 espectadores que acudieron a Mestalla con la ilusión de hacerle daño al Barcelona y meterse en las semifinales de la Copa se llevaron otro disgusto exprés. Tras el tercer gol del Barcelona, el de Fermín, la gente no aguantó más y empezó a desfilar hacia casa. Sólo habían pasado 23 minutos de la primera parte. La humillación no la iba a soportar en sus propias carnes. Miles de espectadores dejaron la grada desangelada con 0-3 en el marcador. Ya habían tenido suficiente.
Muchos hinchas se marchaban indignados, otros con una sonrisa irónica en el rostro. Mestalla está al límite y pese a llenar el estadio, la gente no quiso quedarse y muchos se perdieron el tercer gol de Ferran con el que se llegó al descanso. Ese fue otro momento de 'espantà' de parte de la grada que aprovechó el parón para ya no volver al estadio y marcharse a casa. Con menos gente en la grada cundió la desesperación. En tres partes completas el Barça le había hecho al Valencia once goles y quedaban 45 minutos por delante.
Con poca gente ya en la grada llegaron los momentos de la burla. Parte de la afición valencianista coreó con 'olés' los pases de su equipo de forma cínica y pitó con fuerza cuando el equipo perdía la pelota. Hubo pitos para Rafa Mir al salir al campo y para Hugo Guillamón cuando salió del mismo. La indignación fue creciendo.
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