Mbappé quiere hacer 'un Cristiano': el día que ganó la Bota de Oro... pero perdió la Liga

La última jornada de LaLiga no solo pondrá punto final a una de las temporadas más complejas de los últimos tiempos en el Real Madrid, sino que podría coronar a Kylian Mbappé con su primera Bota de Oro. El delantero francés, en su primer año con el Real Madrid está en plena pelea por el galardón que reconoce al máximo goleador de las ligas del Viejo Continente.

De conseguirlo, Mbappé se convertiría en el primer jugador madridista en levantar la Bota de Oro desde Cristiano Ronaldo en la temporada 2014/15. Paradójicamente, aquel año, al igual que ahora, el Real Madrid no logró conquistar el título liguero. La historia podría repetirse: un trofeo individual de enorme prestigio, en medio de una temporada que, a nivel colectivo, deja sensaciones encontradas.

Mbappé: goles sin éxito

Kylian Mbappé llegó al Santiago Bernabéu en el verano de 2024 tras años de deseo mutuo entre jugador y club. Su aterrizaje en la capital española se produjo en medio de una enorme expectación, y no ha defraudado en lo individual. Con 29 goles en LaLiga y 41 en todas las competiciones, el francés ha sido el faro ofensivo del equipo de Carlo Ancelotti.

Rápido, vertical y letal en el uno contra uno, Mbappé ha conquistado el campeonato español con su fútbol de vértigo. Su olfato goleador ha mantenido al Real Madrid con vida en momentos difíciles, aunque no ha sido suficiente para ganar el título de Liga, que ha terminado en manos del Barcelona.

Ahora, con la última jornada por disputarse, Mbappé aspira a un título individual que puede ‘endulzar’ una temporada dura en lo colectivo. Está en lo más alto de la tabla de goleadores en las grandes ligas y, de mantener su ventaja, podría suceder a Haaland y convertirse en el primer francés en ganar la Bota de Oro desde Thierry Henry.

Cristiano 2014/15: la perfección individual en un año vacío

Comparar la temporada de Mbappé con la que firmó Cristiano Ronaldo en 2014/15 es casi inevitable. Aquel curso, el portugués alcanzó uno de sus picos más altos de rendimiento: 48 goles en Liga, 61 en total. Una auténtica barbaridad.

A pesar de sus cifras estratosféricas, el Madrid de Carlo Ancelotti no levantó ni un solo gran título. Segundo en Liga, a dos puntos del Barcelona, eliminado en semifinales de la Champions por la Juventus, y fuera de la Copa del Rey en octavos de final. Una sequía de trofeos inesperada para un equipo que contaba con la ‘BBC’ en plena forma.

Cristiano, sin embargo, brilló con luz propia. Fue un goleador implacable, especialmente en el primer tramo de la temporada. En la jornada 15 ya acumulaba 25 goles en Liga. Firmó cinco ‘hat-tricks’ y dos ‘pókeres’ ese año, incluyendo un 5-0 sobre el Granada en el que anotó un triplete en apenas ocho minutos.

El portugués se llevó la Bota de Oro, la cuarta de su carrera, pero al final de temporada su insaciabilidad contrastaba con la tristeza de no haber podido levantar títulos colectivos. La falta de rotaciones, el bajón físico del equipo en primavera, y la lesión de Modric fueron elementos que influyeron en ese desenlace. Aquella campaña dejó un sabor agridulce: gloriosa en lo individual, frustrante en lo colectivo.