La noche que CR7 'mandó calmarse' al Camp Nou

En la historia reciente de los Clásicos entre el Real Madrid y el FC Barcelona, hay noches que se recuerdan por goles, otras por polémicas, y algunas, las más especiales, por gestos. Una de ellas ocurrió en el Camp Nou, en abril de 2012, cuando Cristiano Ronaldo, tras marcar el gol de la victoria por 1-2, pidió calma al coliseo blaugrana con un simple pero contundente gesto: “Calma, calma”. Aquella noche, el portugués no solo silenció a casi 100.000 culés, también selló una victoria clave que terminó inclinando la balanza de LaLiga hacia el lado blanco.

Ese recuerdo vuelve a escena esta semana con una intensidad especial. Este domingo, el Estadio Olímpico Lluís Companys albergará un nuevo Clásico que, al igual que aquel de hace más de una década, puede decidir el campeonato. Real Madrid y FC Barcelona llegan separados por cuatro puntos en la clasificación. Una victoria de los blancos apretaría la Liga hasta el último suspiro, mientras que un triunfo culé dejaría visto para sentencia el campeonato.

La calma de Cristiano

Pero antes de hablar del presente, hay que volver a aquel abril de 2012. Era la jornada 35. El Barça, dirigido por Pep Guardiola, necesitaba ganar para mantener viva la lucha por LaLiga. El Real Madrid de José Mourinho, con Cristiano como estandarte, llegaba con cuatro puntos de ventaja (al igual que ahora, pero al revés) y la oportunidad de asestar un golpe casi definitivo.

Fue un partido de nervios, de ida y vuelta, y de una intensidad táctica inusual incluso para un Clásico. Sami Khedira abrió el marcador en una jugada trabada dentro del área. Luego Alexis Sánchez empató en el segundo tiempo. Pero el momento clave llegó en el minuto 73. Mesut Özil filtró un balón entre líneas, Cristiano lo recibió, se zafó de Víctor Valdés y, con frialdad quirúrgica, definió al palo largo. Mientras el Camp Nou se congelaba, el portugués levantó las manos y dijo “calma”. La Liga estaba prácticamente decidida.

Aquel gesto fue interpretado de muchas formas: para algunos, arrogancia; para otros, confianza y liderazgo. Pero lo que es innegable es su impacto emocional. Ese partido terminó con un 1-2 que puso al Real Madrid con siete puntos de ventaja a falta de tres jornadas. La Liga 2011/12 fue blanca, con récord de 100 puntos y una de las mejores temporadas en la historia del club.

Desde entonces, el gesto de Cristiano ha quedado inmortalizado como uno de los momentos icónicos de los Clásicos modernos. En una época donde el dominio del Barça parecía incontestable, aquel triunfo fue una declaración de intenciones.