- Real Madrid. El Madrid conoció al primer 'hijo de Dios'
Nombrar a Potele en Vallecas no es como decir Maradona en Villa Fiorito, pero casi. Porque José González de la Vieja (1-1-1947) es una institución del Rayo y de su barrio. La casa de sus padres, en el número 1 de la calle Picos de Europa, ahora es un bloque alto, no el edificio de una planta con patio en el que vivía toda una familia de la que se pierde el rastro de cuando se asentó en Vallecas. Los Potele, apodo que pasó de generación en generación, son historia del barrio.
El carnicero, el lechero, las vacas de los Potele sueltas por donde hoy la M-30 une Vallecas con la capital, y, por supuesto, por el futbolista que llevó al Rayo a Primera y cosió su nombre a la de un club que esta temporada festeja sus 100 años de vida.
Pero Potele apenas disfrutó cinco minutos de la élite. Su única aparición con el Rayo en Primera fue el 11 de septiembre de 1977: 1-0 ante el Racing. Tenía 30 años.
No contaba para Héctor Núñez, aunque el nombre de Potele aparecía a menudo en la nómina de goleadores del equipo suplente que cada jueves se enfrentaba al titular. El suyo y el Felines, su compañero de fechorías en el Rayo, en Vallecas y Vallehermoso. Para Felo, el debut en Primera llegó más tarde (10 de noviembre), pero disputó 10 partidos con su Rayo en la élite.
A Toledo
El 28 de enero de 1978 apareció en MARCA la primera información de que Potele podía ir al Toledo. En Tercera y en una grave crisis, el equipo de la Ciudad Imperial buscaba en el Rayo, club con el que mantenía una relación tan estrecha como para tener que desmentir en público que fuese su filial, refuerzos: Potele para su delantera y Olmedo para el banquillo.
El 29 de enero se cerró el acuerdo. Esa misma tarde, Potele debutaba con el Toledo: 1-0 ante la Arandina. El 27 de febrero, en casa ante el Carabanchel (2-0), marcaba sus dos primeros goles toledanos. Antes de debutar Potele, el Toledo era penúltimo con siete puntos después de 22 jornadas; acabó la temporada decimotercero. De los 13 encuentros desde la llegada de Potele, el Toledo ganó nueve, empató tres y sólo perdió ante el Toscal.
El Madrid
De Potele y Felines hablaba maravillas Goyo Benito. El duro central del Madrid de los años 70 jugó con ellos en el Rayo de 1966 a 1968, justo antes de tener que marcharse a la mili.
Benito fue uno de los titulares del Rayo la única vez que Potele jugó ante el Real Madrid. Eso ocurrió en Vallecas el 5 de mayo de 1968. El equipo de la franja había peleado por ascender a Primera en la temporada en la que Potele debutó con el primer equipo: 5-1 a Osasuna el 12 de noviembre de 1967.
No le dio en una pelea que llevó de manera directa al Deportivo a Primera, y al Valladolid a una promoción que perdió con la Real Sociedad. El Rayo ahogó su frustración con amistosos de alto caché. Primero con el Atlético de Madrid y después con el seis veces campeón de Europa.
El Madrid, campeón de Liga ese año y eliminado en las semifinales de la Copa de Europa por el Manchester United, pensaba en la Copa, cuya final perdería ante el Barcelona en el Bernabéu con un autogol de Zunzunegui.
Más motivado, el brioso Rayo se llevó el partido de calle: 5-1. El joven Potele fue uno de los goleadores y uno de los más brillantes del partido a pesar de entrar en la segunda parte. Su pequeña figura, 1,59 de estatura fue un tormento para la zaga madridista.
A falta de tres minutos, Potele cerró el marcador con un gol repleto de calidad: pelota picada a De Felipe, túnel a Araquistain, pelota a la red y euforia en la grada de Vallecas. Con el resultado, con su equipo y por ver a un chico del barrio de toda la vida danzar sobre el verde del estadio con el fútbol de los elegidos. Ese era Potele.
Pero el fútbol no le dio la oportunidad de medirse nunca más al equipo que hoy visita su casa, Vallecas. "Jugar con el Rayo el Primera fue mi mejor homenaje", contaba cuando el equipo de su barrio le despidió con honores.
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