- Recreativo 1-4 Castilla. Víctor y Gonzalo exhiben su pegada y mantienen al Castilla en la pelea por el playoff
Parecía la solución y puede acabar siendo el problema. El Recreativo de Huelva deambula por el Grupo 2 de Primera Federación y la amenaza de estar el próximo curso en el cuarto escalón del fútbol nacional es una realidad. El Real Madrid Castilla de Raúl González fue el último equipo en pintarle la cara a un Decano que no reacciona y que ve como el reloj de arena agota su tiempo para evitar un descenso que trastocaría todos los planes – por mucho que presuman de contemplarlo como una posibilidad – de los nuevos propietarios del conjunto blanquiazul. Todo bajo la dirección en el banquillo de Íñigo Vélez. Un técnico auspiciado por Marcos López, nuevo director deportivo de los recreativistas que, sin embargo, aún no ha sido presentado como tal y que debe tomar la difícil decisión de destituir a un entrenador en el que confía ciegamente a pesar de las circunstancias.
La historia de Íñigo Vélez en el Recreativo de Huelva es la de la incapacidad total. Cuando aterrizó en el Nuevo Colombino, el Recre era antepenúltimo y estaba a un punto de la permanencia. Hoy, quince partidos después, sigue siendo el tercero por la cola y está a cuatro de la salvación (tres más uno por el enfrentamiento directo perdido con el Yeclano Deportivo). Nada ha cambiado a mejor y el Decano es la viva imagen de aquella novela que Gabriel García Márquez escribió en 1981 y que bien podría haber sido originada en la capital onubense en pleno 2025.
Más allá de los pésimos resultados (tres victorias, siete empates y cinco derrotas en quince encuentros), las sensaciones onubenses son de catástrofe. El equipo no transmite absolutamente nada, la producción ofensiva es ineficiente, la aparición de sus teóricas figuras pesadas del vestuario inexistente y la fortaleza defensiva brilla por su ausencia, tal y como se pudo comprobar en el duelo del pasado fin de semana ante el Real Madrid Castilla. Víctor Muñoz y Gonzalo García, máximo goleador del Grupo 2 de Primera Federación, pusieron en jaque el entramado de la retaguardia onubense, pintándole la cara a un equipo que tan solo será capaz de lograr la permanencia si el dios del fútbol, tan imprevisible como caprichoso, decide salvar al Decano del fútbol español.
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